Madrid

Cientos de vecinos de antiguas viviendas de protección oficial se rebelan contra el fondo buitre Fidere

Vecinos de un bloque de Fidere en Torrejón, protestan contra las subidas de los alquileres.
JORGE PARÍS

Adquirieron viviendas de protección oficial (VPO) bajo requisitos como un máximo de ingresos familiares o no tener otra vivienda en propiedad y con una opción de compra. Sin embargo, su nuevo propietario, el fondo buitre Blackstone, les reclama subidas que alcanzarían casi el 100% en cuatro años.

Cientos de estos vecinos de Torrejón y los PAU de Vallecas y Carabanchel han decidido plantarse y no aceptar las subidas, tratando de forzar al fondo buitre estadounidense a sentarse a negociar.

Todo comenzó en 2013, cuando la ruinosa situación de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) llevó al Ayuntamiento de Ana Botella a vender 1.860 inmuebles ocupados por inquilinos a Blackstone, a través de su nueva filial en España: la socimi Fidere.

Desde entonces, el valor de los pisos se ha multiplicado por cuatro, y Fidere ha anunciado este año importantes subidas en los alquileres como respuesta a la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos realizada por el PSOE en marzo, que obliga a los fondos a hacer contratos por un mínimo de siete años, congelando así los precios durante ese tiempo.

"Nos enteramos por la prensa", declara Rafael, de 42 años, que vive junto a su mujer y su hija en uno de las más de 6.000 antiguas VPO propiedad de Fidere en Madrid, en su caso, en el PAU de Carabanchel.

"En el verano de 2013 supimos que se iban a vender las viviendas, pero Botella salió por televisión diciendo que las condiciones iban a ser las mismas y que no iba a haber ningún cambio para los vecinos ni en el alquiler ni en las ventas", explica Rafael.

Las rentas se duplicarán

Las condiciones sí cambiaron, pero el proceso fue paulatino. Casi todos los vecinos perdieron el derecho de compra, pero las subidas de alquileres resultaron generalmente asumibles y la mayoría acabaron firmando una renovación por tres años.

Fue en las segundas renovaciones, que se empezaron a producir esta primavera, cuando comenzó a darse un modus operandi similar en todos los bloques de Fidere en Madrid: subida del 30 o 40 por ciento los dos primeros años, al segundo, se le suma la comunidad y, al tercero, el IBI. El resultado final es que las rentas prácticamente se duplicarán dentro de tres años.

"En abril nos mandaron un burofax diciendo que Fidere se negaba a renovarnos los contratos a todo el bloque", relata Luis Miguel, un trabajador de una gestora hipotecaria de 43 años que vive con su pareja en un piso de una habitación en el PAU de Vallecas por el que paga 432 euros al mes.

"Nos dijeron que quien quisiera iba a poder permanecer en su vivienda pero empezando de cero y con las nuevas condiciones: subida a 675 el primer año y, tras tres años, con la inclusión de los gastos de IBI y comunidad, se quedaría finalmente en 780 euros", explica Luis Miguel.

Fidere, "abierta a escuchar a los vecinos"

Los vecinos del PAU de Vallecas fueron los primeros que decidieron organizarse colectivamente tras recibir esta oferta de Fidere que consideraron, en general, como "abusiva". Contactaron con el Sindicato de Inquilinas -una organización que está articulando buena parte de los conflictos contra las subidas de los alquileres en Madrid y Barcelona- y varios de ellos tomaron la decisión de quedarse en sus casas y continuar pagando la renta que tenían hasta entonces.

"Hemos planteado que ninguna de las vecinas se vaya de su casa aunque les suban las rentas, que todas sigan pagando, pero lo que estaban pagando antes", explica Dani Vegas, portavoz del Sindicato de Inquilinas. "Si Fidere no acepta los pagos, que lo consignen en los juzgados, para que quede constancia de la buena fe de estas vecinas, que ninguna tiene la voluntad de no pagar".

El objetivo de los vecinos es que Fidere acepte vincular las subidas al IPC. "Al tiempo que hacemos eso tratamos de visibilizar todos los bloques para intentar generar un contexto para que Fidere se siente en una mesa de negociación a renovar sus contratos", declara Vegas.

La socimi de Blackstone aceptó sentarse por primera vez con los vecinos de Vallecas hace un mes y, tras una segunda reunión, propuso una rebaja de entre un 8 y un 10 por ciento en las subidas, que los vecinos rechazaron por considerarla insuficiente.

"Fidere va a dar un tiempo prudencial para que los inquilinos tomen una decisión. Muchas veces nuestra propuesta se entiende mejor cuando se compara con los precios y edificios de la zona", responden desde la socimi, que se muestra "abierta a escuchar y reunirse con los vecinos".

Se unen nuevos bloques

Aunque la reunión terminó siendo infructuosa, las noticias de que los vecinos de un bloque de Vallecas habían conseguido sentar a Fidere en una mesa de negociación llegaron a otros bloques propiedad de esta socimi en el PAU de Carabanchel y Torrejón, que han seguido los mismos pasos.

Cientos de vecinos se han sumado a esta movilización y no están pagando las subidas ofrecidas por Fidere. Desde el Sindicato de Inquilinas informan de que nuevos bloques se disponen a unirse a las movilizaciones en los próximos días, lo que aumentará la presión sobre Fidere y atraerá aún más atención mediática.

"Si no conseguimos que nos lo vinculen al IPC no sé lo que haríamos, porque nosotros decidimos que nos quedamos aquí", declara Diana, una trabajadora de la hostelería de 34 años que vive con su marido y sus dos hijos desde hace siete años en uno de los bloques de Fidere en Torrejón.

"Nos quedamos y vamos a luchar hasta el final y si luego llega una carta de desahucio... no nos lo hemos planteado, todos los vecinos creemos que vamos a conseguirlo, tenemos esa esperanza".

Vamos a llegar hasta el final

El bloque de la calle Juan Gris ha sido el último en unirse a las movilizaciones contra las subidas de los alquileres por parte de Fidere. Xabier, un vecino del bloque, ironiza con que el fondo considere que los pisos son "premium" y los alquile como tal.

"¿Premium? tengo una gotera en el techo, tengo todos los marcos levantados, el parqué se me mueve, la campana desde el primer día no funciona...".

Ángela, asegura que "ni los pisos valen lo que pide Fidere ni los sueldos están hoy como para pagar ese alquiler".

Marco Antonio se muestra esperanzado con la lucha de los vecinos: "Van a intentar separarnos, amenzar, yo lo sé, pero no lo van a conseguir. Vamos a llegar hasta el final".

¿Qué es Fidere?

La filial del fondo buitre Blackstone en España. Fidere, creada en 2013, es la principal filial española de Blackstone, uno de los mayores fondos de inversión del planeta y el principal propietario inmobiliario en España desde 2018.

Una socimi especializada en vivienda pública. Fidere es un grupo de socimis, un tipo de fondo legalizado en 2009 dedicado en exclusiva al alquiler y que cuenta con importantes ventajas fiscales. Fidere, concretamente, está especilizada en la adquisición y alquiler de vivienda de protección.

Posee más de 6.000 viviendas en Madrid. Aunque cuenta con viviendas en Barcelona, Guadalajara, Canarias y Cádiz, el 95% de su negocio lo desarrolla en Madrid.