Algunos trucos para rebozar bien las croquetas y que no se rompan

Croquetas
Croquetas
IKER MORÁN
Croquetas

Pocas cosas gustan más que las croquetas, tanto a niños como a adultos. Lo difícil es que nos queden tan perfectas como en algunos bares o como las de nuestra madre. Para intentarlo, vamos a repasar algunos trucos para conseguir un rebozado perfecto y no tener que recurrir nunca más a las croquetas congeladas o preparadas.

Con que el aceite sea bueno y esté bien caliente, ya tendremos la mitad del camino hecho. Eso, y vigilar algunos detalles del resto del proceso es todo lo que necesitamos para que nos queden de maravilla.

Para empezar, necesitamos una buena masa. Si queda demasiado líquida será complicado rebozarla y se deshará en pedazos en cuanto la echemos al aceite. Por tanto, hacer una masa homogénea, ni demasiado líquida ni demasiado espesa, será el primer paso para conseguir freír bien las croquetas. Lo ideal es que la masa haya reposado de un día para otro en el frigorífico.

Bechamel
Bechamel

El tamaño de las croquetas también puede afectar. Si las hacemos demasiado grandes será más fácil que se nos desmonten por el camino, así que una tamaño medio que podamos manejar con facilidad será lo ideal. También tenemos que intentar hacerlas todas más o menos iguales para que el tiempo de fritura sea el mismo. Si nos resulta más fácil, podemos hacer croquetas redondas en lugar de alargadas.

Harina y pan rallado

Si usamos harina para rebozar las croquetas antes de pasarlas por el huevo y el pan rallado conseguiremos que queden más compactas y será más fácil freírlas. Eso sí, sin pasarnos de harina para que no se note su sabor. Los huevos tienen que estar bien batidos, así que si dedicamos unos minutos a batirlos con esmero notaremos la diferencia.

Croquetas
Croquetas

El pan rallado es importante, claro, pero no se trata -como mucha gente piensa- de ir añadiendo capas hasta conseguir una croqueta tan compacta que no nos la podamos comer. Lo mejor es usar uno un poco más grueso de modo que con una capa, o como mucho dos de pan, será más que suficiente.

Otro truco importante: en lugar de rebozar las croquetas y echarlas directamente al aceite, vamos a dejarlas reposar durante 20 minutos o media hora para que el pan rallado quede seco. Conseguiremos así que la croqueta quede mucho más crujiente.

Al freírlas

Es importante usar una gran cantidad de aceite que cubra por completo las croquetas. Si lo hacemos en una sartén normal, no muy honda, y nos dedicamos a ir dándoles la vuelta, es fácil que algunas zonas no queden hechas, sobre todo por los laterales. Lo mejor que podemos hacer es usar una freidora o, si no tenemos, un cazo no muy grande para echar mayor cantidad de aceite y que cubra las croquetas.

El aceite suele ser el principal culpable de que las croquetas se abran y se rompan al rebozarlas. Aunque podemos usar aceite de girasol o de maíz, el aceite de oliva virgen extra aguanta mucho mejor las altas temperaturas y es por tanto la mejor opción.

Croquetas
Croquetas

El aceite tiene que estar muy caliente, a unos 175º. Lo ideal es comprobarlo con un termómetro. Si no tenemos, nos fijaremos en las burbujas que deberán salir cuando echemos la primera croqueta. Eso sí, no hay que esperar a que el aceite empiece a humear.

Echaremos al cazo pocas croquetas a la vez e iremos vigilando que no se quemen. Las sacaremos del aceite cuando estén doradas y, antes de ponerlas sobre papel de cocina -lo típico-, las dejamos unos minutos sobre un colador para que suelten más aceite.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento