Una impresora 3-D ha permitido crear prótesis de cuero cabelludo personalizadas con las que muchos pacientes y supervivientes de cáncer en EE UU han podido recuperar la naturalidad de su aspecto gracias a que llevan injertos de cabello humano y que, a diferencia de las pelucas, son prótesis permanentes.
Esta tecnología, que se conoce como CNC y desarrolla un laboratorio italiano, está siendo llevada a cabo desde hace aproximadamente un año por la empresa Transitions Hair Solutions de Nueva Jersey, EE UU. Sheri Valle, una de las pacientes a las que se le ha implantado este sistema, ha contado a FoxNews que tuvo cáncer de pulmón en abril de 2011 y que acabó sufriendo la pérdida permanente del cabello por las radiaciones a las que se sometía por su enfermedad.
Este sistema no solo se ofrece a supervivientes del cáncer, sino también a personas que tengan alopecia, pérdida de cabello o tricotilomanía, ha explicado Danielle Grillo, propietaria de Transitions Hair Solutions. "No es pelo postizo ni una peluca tradicional, está ultra personalizado", ha indicado Grillo a FoxNews. "Es el sistema más natural que se ha hecho en los 21 años que llevo trabajando en ello", ha asegurado.
Al tratarse de pelo humano, los folículos se pueden teñir, poner mechas o dar el estilo que quieran los clientes. Pero a diferencia de las pelucas, el cuero cabelludo está fabricado con material biomédico que es antimicrobiano, antifúngico y transpirable. Al fijarse a la cabeza del paciente utilizando un pegamento especial o cinta adhesiva médica, pueden hacer una vida normal con la prótesis como dormir, nadar o incluso ir a la peluquería.
Cómo se fabrican
Según explican desde esta empresa, desde su diseño hasta su aplicación, el cliente se prepara para un proceso de tres meses. En primer lugar, se observan y registran los detalles específicos del cabello de cada cliente, incluyendo la textura y la dirección del crecimiento, así como el PH del cuero cabelludo de la persona, sus niveles de hidratación y su pigmentación.
A continuación se elabora una réplica de la cabeza del cliente y se crea un molde en función de la extensión de la cabeza que la persona quiere cubrir. Ese molde es enviado a Bolonia, a los laboratorios Cesare Ragazzi, que fabrican una réplica exacta del cuero cabelludo de la persona mediante la impresión 3-D. A continuación se inyecta el cabello natural, folículo a folículo, en base a las especificaciones hechas previamente por el cliente.
En función del diseño del cuero cabelludo y del tipo de cabello de cada cliente, la implantación de este sistema puede costar entre 3.000 y 10.000 dólares (2.600 y 8.700 euros, respectivamente).
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