El riesgo de caer en el alcohol o las drogas crece tras someterse a una cirugía para perder peso

  • Tras una cirugía pierden peso y ya no comerán en exceso, pero buscarán otro mecanismo que cumpla el papel que ocupaba la comida.
  • Dos años después de la cirugía crece el riesgo de caer en algún tipo de adicción.
  • No se adaptan a su nuevo cuerpo y pueden caer en el alcohol o las drogas.
Una cirujana en plena operación.
Una cirujana en plena operación.
GTRES
Una cirujana en plena operación.

Ante un alarmante problema de peso, cada vez son más los que optan por la cirugía. Pasar por el quirófano garantiza una rápida pérdida de peso, pero ahora se ha descubierto que puede tener una insospechada consecuencia. Quienes se someten a una cirugía para perder peso puede estar en riesgo de caer en algún tipo de adicción con las drogas, el alcohol o el tabaco.

Se trataría de una minoría de pacientes, de aquellos que han abusado de su apetito para haber frente a sus sentimientos o su ansiedad. A partir de momento en que pasan por el quirófano y logra un peso que consideran adecuado ya no comerán en exceso, pero –como explica el doctor Alexis Conason del New York Obesity Research Centerbuscarán otro mecanismo que cumpla ese papel. Y eso puede llevarles a la drogadicción o el alcoholismo.

Los investigadores han encontrado que algunos pacientes que se someten a una cirugía laparoscópica o bypass gástrico tienen un historial que demuestra que usaban la comida para hacer frente a las emociones. De hecho, han visto una relación entre el bypass gástrico y un mayor riesgo de caer en el abuso del alcohol.

Dos años después de pasar por el quirófano

El estudio –que publica a Archives of Surgery– se realizó con 132 mujeres y 23 hombres que se habían sometido a una cirugía laparoscópica. Respondieron a cuestionarios sobre sus comportamientos y la historia de consumo de alcohol o drogas antes de acabar en el quirófano. Ese mismo test se repitió uno, tres, seis, 12, y 24 meses después de las operaciones.

El resultado fue que en su conjunto los 155 voluntarios mostraban un incremento significativo del riesgo de caer en la adicción a las drogas y el alcohol transcurridos dos años de su cirugía.

Según los científicos, en el perfil de los obesos que acaban sometiéndose a un bypass gástrico abundan los casos de depresión, ansiedad, soledad y de dificultades para manejar una relación.

Con esta base, y teniendo en cuenta que la cirugía laparoscópica puede suponer la pérdida de un 60% del exceso de peso, la transformación puede suponer un enorme shock para estas personas.

Según Conason, tras un bypass gástrico muchos pacientes abandonan su depresión y sus otros problemas psicológicos, pero otros muchos no se adaptan a sus nuevos cuerpos, a las nuevas reacciones de quienes les rodean. En ese contexto se explica el riesgo de caer en nuevas adicciones que sustituyan a lo que en el pasado supuso la comida.

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