Consejos para prevenir durante el verano lesiones y ahogamientos en las playas y piscinas

  • Sanidad edita la guía-cómic 'Disfruta del agua y evita los riesgos'.
  • En 2010 se ahogaron 432 personas y 478 tuvieron que ser hospitalizadas. 
  • Siete personas ingresaron en 2011 en el Hospital Nacional de Parapléjicos con lesión medular por culpa de una zambullida.
Niña lanzándose a la piscina.
Niña lanzándose a la piscina.
GTRES
Niña lanzándose a la piscina.

Llega el verano y para soportar el calor volvemos a invadir piscinas y playas. El agua es un elemento para la diversión pero hacerlo conlleva algunos riesgos. Son pocos, pero hay que minimizarlos. Se trata de disfrutar en el agua y prevenir lesiones y ahogamientos.

Para ello tomamos nota de los conseja que da el Ministerio de Sanidad, a través de la guía-cómic Disfruta del agua y evita los riesgos. A modo de resumen, estos son los consejos básicos para disfrutar de playas y piscinas:

  • Hay que respetar las normas de seguridad y bañarse en zonas vigiladas por socorristas.
  • Padres, madres y cuidadores deben vigilar atentamente a los menores cuando están en el agua o jugando cerca de ella.
  • El ahogamiento se produce de forma rápida y silenciosa.
  • Muchos ahogamientos se producen en el entorno familiar: bañeras, piscinas privadas y piscinas hinchables. Un bebé puede ahogarse en pocos centímetros de profundidad.
  • La mejor medida de seguridad en las piscinas privadas es el cercado de la piscina, aislándola de la vivienda y con una altura de 1,2 metros de altura y que no sea posible escalar.
  • En la playa, hay que tener en cuenta el significado de las banderas y respetarlas.
  • Tirarse de cabeza desde balcones, árboles, o puentes o en zonas con poca profundidad puede provocar una lesión grave en la cabeza o en la espalda.
  • Es necesario que los niños avisen a sus cuidadores cuando se vayan a meter en el agua y se bañen siempre acompañados.
  • Si los niños no saben nadar deben usar chaleco salvavidas. 
  • Aunque sepan nadar, también deben usar el chaleco salvavidas cuando practiquen deportes acuáticos.
  • Bañarse de noche o tras haber bebido alcohol es muy arriesgado, y el alcohol disminuye la capacidad de reacción ante el peligro.

Recuerda Sanidad que en 2010 tuvieron que ser ingresadas en un hospital a consecuencia de un conato de ahogamiento un total de 478 personas, de las cuales 324 fueron hombres (el 68%). Ese año 432 personas fallecieron por ahogamiento.

El riesgo de zambullirse sin control

Los traumatismos craneoencefálicos pueden tener graves repercusiones tanto para el afectado como para su familia, y en algunos casos pueden ocasionar la muerte. En 2010, cuatro personas de entre 30 y 34 años fallecieron por esta causa.

Por eso es tan importante evitar los riesgos que representan las zambullidas. Unos sencillos consejos minimizan este peligro:

  • No te lances al agua en zonas desconocidas, con poca profundidad o desde una altura elevada o donde pueda haber obstáculos como piedras, ramas o exceso de bañistas.
  • Comprueba con cuidado la profundidad del agua antes de sumergirse.
  • Evita bucear o saltar en aguas turbias donde pueden no ser visibles otros nadadores y objetos.
  • Entra en el agua lentamente o tírate de pie varias veces antes de hacerlo de cabeza.

En 2011, siete personas ingresaron en el Hospital Nacional de Parapléjicos (Toledo) como consecuencia de una lesión medular producida por una zambullida. El perfil de los afectados es de un joven de edad inferior a 30 años.

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