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La acumulación de retribuciones y cargos, una práctica muy habitual en los políticos

Vista general del hemiciclo del Congreso.
Emilio Naranjo / EFE

Para dar ejemplo, en pleno plan de recortes por la crisis, el italiano Mario Monti ha renunciado a dos de sus tres sueldos, los de primer ministro y ministro de Economía.

Si Monti hubiera vivido en España, la suma de las retribuciones de ministro y presidente del Gobierno, además de la de senador -con la que se ha quedado el primer ministro italiano-, superaría los 180.000 euros anuales sin tener en cuenta complementos y acudiendo a los presupuestos generales y al reglamento del Senado.

Esta actitud no es habitual. La acumulación de cargos y, sobre todo, de retribuciones dinerarias por parte de algunos políticos es un tema recurrente y polémico, a pesar de cumplirse a rajatabla tanto la ley como los regímenes de incompatibilidad. La ley, para empezar, no permite cobrar dos sueldos públicos; así, por ejemplo, el catalán José Montilla tiene que renunciar a la asignación que percibe como expresidente de la Generalitat si quiere cobrar ahora como senador.

Los diputados y senadores, según dicta la ley, no pueden cobrar "más de una remuneración con cargo a los Presupuestos de los Órganos Constitucionales o de las Administraciones Públicas"; además, tienen la obligación de realizar una declaración de bienes y actividades que consta en el registro de intereses de las Cámaras, incluido su patrimonio. El pasado mes de septiembre se hicieron públicos.

Compatibilización de cargos

Los diputados del Congreso sí pueden ser alcaldes, aunque no presidentes regionales; de hecho, en la legislatura que termina, 25 de los escaños estaban ocupados por alcaldes. En el caso concreto del PP, sus estatutos especifican que la condición de diputado al Congreso o en el Parlamento Europeo es incompatible con el cargo de presidente provincial del partido, con el de alcalde y con el de presidente de Diputación. Permiten, eso sí, "excepciones".

Y a ellas se han acogido ediles como Teófila Martínez, que renunció a su sueldo de alcaldesa. Un alcalde, sin embargo, no puede ser ministro -si se diera el caso, Alberto Ruíz Gallardón debería dejar la alcaldía de Madrid-, aunque un ministro sí puede ser diputado. Cuando Alfredo Pérez Rubalcaba entró en el Gobierno siendo ministro del Interior, renunció a su sueldo en el Congreso pero conservó el escaño. De hecho, durante la campaña del 20-N, defendió el lema "un político, un sueldo".

El sueldo de un ministro es de unos 69.000 euros al año; el de diputado tiene una asignación básica de 2.813,87 euros al mes. Y puede darse la paradoja de que un presidente regional cobre más que el mismísimo presidente del Gobierno, dada la autonomía de comunidades, ayuntamientos y Gobierno para fijar los sueldos de sus altos cargos. La suma de sueldos, sin embargo, es posible si uno cobra del erario público y también de su partido.

De Cospedal y Solbes

Sonado fue el caso de María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla-La Mancha, que llegó a acumular en 2009 tres sueldos: como senadora, como secretaria general del PP y por su condición de abogada del Estado (trienios del Ministerio de Justicia). Entonces ya había renunciado a la indemnización por su cargo de diputada regional en las Cortes. En total, 241.840 euros. Ahora solo cobra el sueldo de presidenta regional.

Aquellos que han gozado de cargos en Europa tampoco pueden quejarse. Pedro Solbes renunció a su escaño en septiembre de 2009, cinco meses después de abandonar el Ministerio de Economía. Hasta entonces, cobraba, en total, un sueldo como diputado por Madrid en el Congreso y dos pensiones, una como ex ministro y la otra (vitalicia), por tener más de 65 años y haber sido comisario europeo entre septiembre de 1999 y abril de 2004.

Dietas para ingresar más

Las dietas, indemnizaciones, complementos, pensiones y antigüedad, por otro lado, están a la orden del día en muchas nóminas como forma de ingresar dinero.

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, cobra un sueldo del ayuntamiento y percibe dietas por asistir a plenos y comisiones parlamentarias, según El mercantil valenciano. La nueva Área Metropolitana de Barcelona paga 800.779 euros anuales en dietas, de los cuales 333.300 (el 41%) son para once cargos públicos. Entre ellos está el alcalde de la capital, Xavier Trias (CiU), que percibe 36.800 euros, más los 110.000 euros anuales que cobra como alcalde.

La acumulación de cargos y de poder también es atractiva. La teniente de alcalde y concejala de Urbanismo en el Ayuntamiento de Vigo, Carmela Silva, ha recogido ya su acta como diputada en Madrid, pero no ha dicho si renunciará a alguno de sus otros cargos, tal y como le demandan algunos miembros del PSdeG. Por su parte, Isabel Carrasco Lorenzo, presidenta del PP de León, acumula 13 cargos, por los que cobró más de 150.000 euros en 2010.

Recopilar es sencillo, al contrario que rechazar privilegios o asignaciones que corresponden por derecho. En la última semana, varios diputados de IU y los de ERC han renunciado al fondo privado de pensiones que les corresponde como Diputados y que incluye el cobro de una cantidad cuando se jubilan. "No hay precedentes, nos dicen", dijo el diputado electo de esta formación por Málaga, Alberto Garzón, mientras rellenaba el papeleo en el Congreso.