En los últimos días, Megan Fox está más activa que de costumbre en Instagram, publicando fotos que nos hacen pensar que a lo mejor las altas temperaturas en España no han sido culpa de la ola de calor. La actriz no para de desafiar la censura de la red social y parece ser que está ganando la batalla.
Hace una semana nos sorprendió con la foto de ella llevando un vestido completamente mojado que, al contacto con su piel, mostraba cada centímetro de su cuerpo. Una estrategia que volvió a repetir con un vestido de crochet sin nada debajo y con otro de tul que incluía una gran abertura desde su clavícula hasta por debajo del ombligo.
Tanta piel expuesta ha terminado, al parecer, por escandalizar a muchas personas, que no han dudado en expresar su descontento en la sección de comentarios de cada publicación en el que la actriz llevaba estilismos poco convencionales.
Sin embargo, este 'feedback' negativo no ha dejado huella en ella y ha aprovechado para hacer algo de humor con uno de los vestidos más transparentes que ha llevado hasta ahora, a juego con su nueva melena pelirroja.
Se trata de una de las prendas de la última colección de Jean Paul Gaultier 'ready-to-wear' (490 €) y que podemos comprar en la misma web de la firma. Este vestido de manga larga fabricado tul degradado rosa y morado con estampado de rayas naranjas en el cuerpo pertenece a la Flowers Collection, de la que Kylie Jenner es imagen.
Su material hace que sea completamente transparente y deje ver lo que se lleve (o no) debajo. Sin embargo, en esta ocasión ha querido hacer una llama de atención a sus seguidores, llevando unas pezoneras beige para que nadie se escandalice.
"Antes de que empecéis a escribir con agresividad- esos no son mis pezones, cálmense. Están completamente ocultos de forma segura debajo de las pezoneras, así que no se preocupen, todos viviremos otro día sin una brecha en el continuo espacio-tiempo", escribía la actriz en la publicación.
Megan Fox y la sexualización
Desde que cumplió 15 años, Megan Fox ha sido un objeto de deseo para el público masculino, o así al menos fue como lo definió ella en varias entrevistas. Directores como Michael Bay la hicieron rodar bajo una cascada con la ropa empapada cuando era menor y su papel en Jennifer's Body no hizo más que alimentar esta fantasía. "Creo que hay una penetrante percepción de mí como un súcubo, si eso tiene algún sentido, al menos durante la primera década de mi carrera", dijo Megan Fox en la entrevista para el Washington Post.
Con una vida marcada por la dismorfia corporal, ella jamás se vio como los hombres lo hacían, sin embargo, parece ser que tras retirarse momentáneamente de los focos, la actriz estuvo trabajando en ello y ha vuelto por todo lo alto.
Ahora es ella quien decide cómo y cuanto exponerse tanto en las alfombras rojas como en Instagram. No obstante, como controla la narrativa, los mensajes que antes eran de lujuria, ahora son de odio. Muchos que antes la miraban con deseo, ahora la critican por ser ella quien quiere mostrarse con más o menos ropa, insultándola ahora que da el consentimiento para posar como le dé la gana.
Actualmente, como es ella la que se muestra, los comentarios de Instagram le piden decoro y modestia, intentando convencerla de que cambie de actitud, porque, de esta manera, "nunca conseguirá a ningún hombre que la respete", añadiendo que, al aparecer 'desnuda' "pierde todo su valor".
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