¿En qué consiste el 'síndrome de Campanilla' y por qué solo le ocurre a las mujeres?

Fuerte, independiente y decidida, a este tipo de mujer le cuesta comprometerse en las relaciones personales y reconocer sus debilidades, pero no todo está perdido, los expertos explican cómo superar o convivir con esta personalidad
Campanilla.
Campanilla.
DISNEY
Campanilla.

Probablemente, James M. Barrie nunca imaginó que los personajes que con tanto tino creó para Peter Pan, el niño que no quería crecer, iban a dar tanto juego a psicólogos y terapeutas. Pero así es. Peter Pan es, de hecho, uno de los arquetipos más ‘populares’ en el universo masculino. Wendy, por su parte, es una cuidadora nata. Pero aún queda un arquetipo femenino representado por uno de los personajes de la novela publicada a principios del siglo XX.

En efecto, del personaje de Campanilla ha salido otro arquetipo de carácter femenino que corresponde, tal y como nos podemos imaginar, a una mujer 'de armas tomar'. En concreto, dice Natalia Ortega, psicóloga y directora de Activa Psicología, "se relaciona con mujeres independientes, con confianza y alta autoestima". Esto las lleva a tener una vida profesional exitosa. Y es así, en gran medida, gracias a ese carácter que Ana Sierra, psicóloga, sexóloga y terapeuta de parejas, describe como "decidida, resuelta, una mujer hecha y derecha que lucha por sus sueños con roles dominantes".

En efecto, Ortega las define como personas "muy tenaces, con una enorme capacidad de racionalizarlo todo y dejar a un lado la parte emocional cuando se trata de la búsqueda de soluciones. Por eso se caracterizan por ser eficaces ante cualquier adversidad. Otra característica ventajosa de esta personalidad es que son muy independientes y resolutivas, lo que les agiliza su día a día sin necesitar el beneplácito de los demás, mostrándose muy decididas".

Personalidad masculinizada

A pesar de este temperamento tan admirable, a las mujeres Campanilla no siempre se las mira con buenos ojos. Una de las razones para ello es que es un tipo de personalidad que se asocia más a los hombres. Lo que Sierra denomina un carácter 'masculino o masculinizado. "Eso no significa que las mujeres se estén comportando como hombres, sino que es un rol que está asociado habitualmente al género masculino, y por eso resulta más chocante en las mujeres. Por eso genera lo que se llama "disonancia cognitiva", afirma la psicóloga y sexóloga.

Este rasgo no sería destacable, y menos aún hoy en día, si no fuera porque, además, las Campanilla tienen un 'lado oscuro' que les afecta, más que a ninguna otra persona, a sí mismas. No a todas, ni mucho menos, sino a quienes llevan este arquetipo al extremo. Y es que están tan acostumbradas a dejar a un lado la parte emocional, que a menudo acaban viviendo tras una armadura.

Con ella lo que pretenden es que sea complicado entrar en sus sentimientos y emociones. Ortega: "Esto les conduce a tener miedo al compromiso como manera de sentirse protegidas, para evitar sufrir, no perder su independencia y control. Todo ello dificulta las relaciones interpersonales más íntimas. Se sienten más cómodas dedicando casi todo su tiempo al trabajo como modo de mostrar su eficacia, éxito y forma de gustar a los demás". Este rasgo de su carácter se convierte en una represión emocional constante hacia sí mismas que, en ocasiones, puede llevarles a una auténtica guerra interior. Sencillamente, esa posibilidad les hacen sentir débiles y vulnerables. Y eso es lo último que quieren ser.

Campanilla. Hadas y piratas
Campanilla. Hadas y piratas

El problema es que entienden las relaciones desde el poder, no desde el afecto de igual a igual, lo que les puede generar complicaciones "porque las retrata como personas soberbias, frías emocionalmente, aunque no lo sean y tengan un mundo de tristeza interior", afirma Sierra. Y añade: "La mujer Campanilla se boicotea a sí misma porque no se permite amar desde la calma, desde los afectos ni desde la admiración. Está tan preocupada por que la quieran, exige de tal forma la manera en que quiere que la quieran, que genera lo contrario. No se permite la vulnerabilidad, que es algo que todos debemos de aceptar como parte esencial de nuestro ser", concluye la psicóloga y sexóloga.

Bucear en la infancia

Como tantas otras veces en los arquetipos de carácter, es posible que los motivos para ser así se encuentren en la infancia. "Aunque es una mujer que parece tener una gran autoestima, es posible que tenga algún trauma proveniente de sus primeros años, como la ausencia de cuidados o la falta de límites en la adolescencia. Eso lo han vivido como una ausencia de amor. De ahí vienen sus roles dominantes en la relaciones, así como convertirse en una persona caprichosa y manipuladora a través del atractivo de la seducción", asegura Ana Sierra. A lo que Natalia Ortega añade: "es posible que hayan sido educadas para dar lo mejor de sí mismas siempre. De ese modo, las expectativas que se ponían sobre esa niña eran muy altas". Todo ello, por supuesto, transmitiéndoles que debían ser siempre autosuficientes.

Suavizar lo peor de las Campanillas

La buena noticia es que esos rasgos negativos de las mujeres Campanilla pueden trabajarse para mejorar. Para ello es imprescindible que entiendan y abracen su vulnerabilidad, como explica Natalia Ortega: "Deben ser más compasivas consigo mismas, dejar ver sus debilidades que, sin lugar a dudas, también enamorarán a los demás. Deberían esforzarse por entrar más en sí mismas y poder encontrarse con sus emociones sin miedo a hacerles frente". También es fundamental que trabajen en su ego y hacerlo "desde los cimientos con la idea de que no vale más por intentar ser perfecta, por no permitirse cometer errores y por no dejar ver las emociones negativas que pueda estar sintiendo. Por ello, la solución es poder quitarse la armadura y que no vivan las relaciones como amenazantes".

Campanilla ha sido nombrada Embajadora Verde Honorífica de Naciones Unidas.
Campanilla fue nombrada Embajadora Verde Honorífica de Naciones Unidas.
Disney

Aunque para muchas mujeres con este temperamento quizás no entiendan esa parte del carácter como un defecto, Ana Sierra entiende que tratar de mejorarlo "es la única manera de estar en paz. Es lo más próximo a la felicidad con mayúsculas que van a encontrar". Sierra afirma que definitivamente hay Campanillas sanas: "Aquellas que se pueden permitir decidir sobre su vida y elegir el rol que desean elegir. Considero que el feminismo va en esa línea", concluye.

Siempre ha habido este tipo de mujeres de carácter fuerte, que preferían centrarse en sí mismas y en su vida laboral, aunque hasta hace bien poco se las denominaba 'solteronas'. "Alguna, incluso, prefería ser la amante a la esposa", declara Sierra. Y añade: "Apenas se las visibilizaba porque no interesaba, iba contra lo estipulado como correcto". Por suerte, en la actualidad esta percepción ha cambiado. Y, con la ayuda y el trabajo interior necesario, pueden ser "Campanillas madres, seductoras, atractivas, decididas, con responsabilidad en nuestros puestos de trabajo y una carrera interesante por seguir, que al mismo tiempo saben cuidar sin convertirse en Wendys".

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