Dos orgasmos a la semana por prescripción médica... y estarás como nueva

"Las mujeres deberiamos mirarnos la vagina con un espejo cada semana", afirman las ginecólogas.
"Las mujeres solo nos miramos los genitales con un espejo si tenemos un problema. Los hombres lo hacen cada día".
George Marks
"Las mujeres deberiamos mirarnos la vagina con un espejo cada semana", afirman las ginecólogas.

A partir de ahora Jennifer López no será la única que se tome en serio tener orgasmos semanalmente, como ha estipulado por contrato la cantante. Tener salud sexual toda la vida es el bienestar al que muchas mujeres han estado renunciando durante décadas. “¡Como si no fuera importante tener una vida sexual plena!”, exclama la doctora Bárbara Fernández del Bas, ginecóloga especializada en longevidad en la clínica La Prarie. A lo que la doctora Maite Fernández, especialista en ginecología funcional y sexología de la Clínica Tufet, añade: “La excitación es buena y solo puede traer cosas buenas. No es algo prescindible, ni algo superficial a lo que renunciar por no tener pareja o cumplir años. ¡Todo lo contrario! Dos orgasmos a la semana es un tratamiento que no depende de nadie más que de nosotras y que retrasará el envejecimiento de nuestra vagina al llegar la menopausia”.

Bárbara Fernández del Bas, ginecóloca clinica La Prairie.
Bárbara Fernández del Bas, ginecóloca clínica La Prairie.
Cortesía

Bárbara y Maite están especializadas en ginecología funcional y estética. La ginecología que previene y reestablece la funcionalidad y el aspecto físico de la vagina, la zona bulbar y el suelo pélvico, que, con el paso de los años los embarazos, partos, menopausia, procesos cancerosos o la práctica de deportes de forma intensiva se deterioran. Un tipo de ginecología que trata el bienestar sexual y que los ginecólogos convencionales no atienden.

Tampoco lo hacemos la mayoría de las mujeres jóvenes o sin patologías, pues lo vemos tan lejano, que ni nos lo planteamos. Pero es necesario cambiar el chip. Su divulgación nos ayuda a entender que el concepto salud sexual es también salud general y que tener orgasmos es salud preventiva. Pues además de todos los beneficios relacionados con la segregación de endorfinas, crea un hábito que llegada la menopausia nos ayuda a irrigar la zona en el momento en que las hormonas desaparecen y la vagina necesita estar sana y en forma para seguir disfrutando de una vida sexual plena.

Maite Fernández, especialista en ginecología funcional y sexología de la Clínica Tufet.
Maite Fernández, especialista en ginecología funcional y sexología de la Clínica Tufet.
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Ir al ginécologo por puro placer

Acudir por bienestar sexual al ginecólogo sigue siendo una vanidad que las mujeres no nos permitimos. Nos falta auto-conocimiento. “Acudimos al ginecólogo por problemas, embarazos o postpartos y ni siquiera hay una buena explicación en los libros de texto sobre conceptos como vulva o vagina que se siguen confundiendo. En algunos libros ni aparece el clítoris”, desvela Maite.

Necesitamos más conciencia genital y destruir mitos. Si nos preguntasen con qué frecuencia nos hemos mirado los genitales en el último mes la respuesta suele ser una o ninguna. Si le preguntamos eso a un hombre es casi a diario. “Las mujeres solo nos miramos con un espejo si tenemos un problema”, asegura Maite.

Cambiar el pensamiento significa dejar de pensar que nuestro placer depende del otro, y de creer que solo hay una sexualidad ‘coitocentrista’ y ‘orgasmocentrista’. No es necesario tener coito para tener sexo, el orgasmo no es el objetivo de la relación sexual sino la excitación en sí misma. Y en el caso de la mujer el orgasmo se consigue en mayor manera con la estimulación del clítoris.

Igual que nos cuidamos la cara, tenemos que tratar la vulva, explica la doctora Bárbara Fernández. Cada vez vivimos más vidas dentro de una vida y necesitamos bienestar. Los tratamientos regenerativos que nos ayudan a mantener la vulva saludable son la radiofrecuencia, el láser de Co2, la luz led o las ondas de choque, explica la doctora Fernández, que además recomienda una buena alimentación para sintetizar el colágeno que disminuye a partir de los 40 años y que solo sintetizamos a través de los nutrientes de la dieta.

Cambiar el pensamiento significa dejar de pensar que nuestro placer depende del otro, y de creer que solo hay una sexualidad coitocentrista y orgasmo centrista. No es necesario tener coito para tener sexo, el orgasmo no es el objetivo de la relación sexual sino la excitación en sí misma. Y en el caso de la mujer el orgasmo se consigue en mayor manera con la estimulación del clítoris. “La mujer debe ser responsable de su propio placer y sexualidad sin depender de nadie y para eso puede usar juguetes sexuales; incluso en pareja se puede generar un buen ambiente con el uso dejuguetes”, explica Adriana Di Ippolito, Marketing & Communication manager de LELO.

Hay una parte que busca la estética, pero el grueso de las pacientes busca funcionalidad. “Hay pocos ginecólogos que nos dedicamos a esto y son muy necesarios”, explica la doctora Fernández. “El placer no es una vanidad, es salud”, concluye.

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