De la suciedad a la caída: por qué no deberías usar durante más (¡o menos!) tiempo la mascarilla capilar

El pelo seco o sometido a constantes químicos sufre daños.
El pelo seco o sometido a constantes químicos sufre daños.
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El pelo seco o sometido a constantes químicos sufre daños.

No hay duda de que las mascarillas capilares forman parte de nuestra rutina. Pero, ¿realmente tenemos claro cómo funcionan, cuál debemos escoger o con qué periodicidad debemos ponérnosla? Solemos aplicarlas después de lavar con champú y acondicionar el pelo para desenredarlo antes de ungirlo con estas cremas pensadas para nutrir y reparar. Una buena intención (¡sin duda!) para cuidar nuestra melena que, sin embargo, puede lograr todo lo contrario, dejando un efecto sucio, apelmazado y falto de brillo. ¿El error más habitual? Pensar que más siempre es más, tanto si hablamos del tiempo como de la cantidad.

Todas las mascarillas de gama que podemos encontrar en establecimientos expertos en el cuidado del pelo, vienen acompañadas, por ejemplo, de unas instrucciones en las que determinan el tiempo de uso: desde cinco minutos (para dar tiempo a que parte de la concentración se absorba) hasta un máximo de dos horas (momento en el que nuestra hebra puede llegar a sobrehidratarse, debido a las alta propiedades higrófilas de estos cosméticos), por lo que es conveniente hacer caso de las voces profesionales y nunca excederse.

Algo similar ocurre con la cantidad. Pensando que, si llenamos la melena de producto, los efectos serán más rápidos y mejores, sobre todo cuando buscamos reparar los daños ocasionados por el invierno y el exceso de coletas o peinados tirantes. De medios a puntas es la pauta que, salvo casos extremos y siempre asesorados por un profesional, la mayoría debemos seguir, y apostar siempre por envolver la zona con un gorro de plástico, film o bolsa para no desperdiciar producto y, después, hacernos un turbante con una toalla para dar calor a la zona. ¿Lista para rediseñar tu rutina y sacar el máximo partido a tu mascarilla?

¡A ponerlos en práctica!

Con una mezcla de ingredientes naturales como aguacate, vitamina B5, aceite de almendra y argán, la mascarilla Don’t despair, repair! de Briogeo es adecuada para llevar a cabo esta reparación capilar que tanto necesitas. Entre los principales beneficios de emplearla está, según la descripción en Sephora, que ayuda a recuperar el brillo y las zonas del cabello con más rotura. Eso sí, en este caso, las instrucciones de uso indican que debemos dejarla actuar un mínimo de 10 minutos.

Don’t despair, repair! de Briogeo.
Don’t despair, repair! de Briogeo.
Sephora

Pero si nuestro cabello presenta daños unos daños más extremos, bastante sequedad o lo sometemos a tratamientos químicos con cierta asiduidad, necesita una mascarilla que ofrezca una solución instantánea y 100% regeneradora. La propuesta de Christophe Robin cumple con todas está premisas y, además, está elaborada con ingredientes naturales que respetan nuestro cuero cabelludo. Es recomendable usarla tras el champú regenerador de la marca, que nos permite conseguir una reparación intensiva. Para aplicarla, basta con aplicar una pequeña cantidad sobre el pelo mojado, masajear hasta las puntas, dejar actuar cinco minutos y aclarar.

Esta mascarilla es adecuada para los cabellos más dañados y sometidos a tratamientos químicos.
Es apta para los cabellos más dañados y sometidos a tratamientos químicos.
Sephora

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