Estas son las reglas de la DGT para sobrevivir a un atasco que casi nadie cumple

Las retenciones en las carreteras pueden hacer perder la paciencia de los conductores que se encuentran atrapados en ella, por ello, el organismo proporciona una serie de normas que hay que cumplir para evitar que se produzcan incidentes.

Atasco en la autovía A-3 a su paso por el desvío de Valdemingómez, en Madrid.
La impaciencia en los atascos puede provocar situaciones peligrosas.
Alberto Ortega / EP
Atasco en la autovía A-3 a su paso por el desvío de Valdemingómez, en Madrid.

A pesar de que ya ha acabado el verano, los atascos van a seguir produciéndose en las carreteras de toda España, sobre todo en las vías de entrada y salida a grandes núcleos urbanos. Las retenciones de tráfico, a pesar de que la velocidad es muy baja, pueden provocar situaciones muy peligrosas, por lo que hay que mantenerse más alerta que nunca.

El exceso de flujo en las carreteras puede incluso provocar averías, por lo que en este tipo de situaciones hay que seguir una serie de reglas para evitar cualquier tipo de incidente. La propia DGT proporciona una serie de indicaciones a cumplir cuando se está detenido en un atasco, las cuales pueden ser de gran utilidad para salir de la retención sin ningún imprevisto.

Mantener la distancia de seguridad

La primera regla que da el organismo es mantener la distancia de seguridad con el vehículo de delante. No respetarla puede ser objeto de sanción económica, por lo que el estar al espacio recomendable del resto de vehículos puede evitar tanto un choque, especialmente en condiciones meteorológicas adversas, como un buen pellizco de dinero.

Para ello, la DGT da un truco a los conductores: lo primero que hay que hacer es buscar un punto fijo en la carretera, como puede ser una señal o un objeto que se ubique a los lados. Posteriormente, cuando el vehículo de delante llegue a esa referencia, hay que contar "mil ciento uno, mil ciento dos", que equivale a aproximadamente dos segundos.

Si da tiempo a pronunciar todo antes de llegar a ese punto de referencia, significa que se está manteniendo la distancia de seguridad recomendada y que no hay peligro de impactar contra el coche que precede, pero si, por el contrario, no se consigue contar todo, el espacio es demasiado reducido respecto a él y se deberá aumentar.

Anticiparse a la frenada

Para poder controlar las situaciones, hay que anticiparse a ellas. Por ello, la DGT recomienda a los conductores no tener siempre puesta la mira en el coche que les precede inmediatamente, sino unos vehículos más allá. Esto hace que se sepa con antelación cuando se va a tener que frenar y, por lo tanto, hacerlo de manera más segura.

Imagen de archivo de atasco en la A-3 a la altura de Rivas.
Si se tiene puesta la vista en tres o cuatro coches más allá, se podrá frenar antes.
EUROPA PRESS

Pero no solo hay que mantener la vista hacia delante, sino que también hay que mirar de vez en cuando a los peligros de detrás. Conviene mirar asiduamente el espejo retrovisor para poder detectar cualquier riesgo que pueda provenir de alguno de los vehículos que circulan atrás.

Evitar los cambios de carril

Una de las acciones más peligrosas en los atascos es cambiar de carril innecesariamente para intentar sobrepasar coches y estar más cerca del final de la retención. Esto no solo puede ser ineficaz, sino que además puede provocar colisiones, ya que el resto de conductores puede no tener tiempo de reaccionar.

A veces estos cambios son obligatorios, como cuando se corta una parte del carril debido a un accidente. En esas situaciones, lo mejor es hacer un efecto cremallera, es decir, ir alternando el paso de un vehículo de cada vía para que la fluidez del tráfico sea mejor.

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