¿Tienes alguno de estos hábitos cuando conduces? Podrías estar estropeando el coche

Hay varios millones de conductores en España y, como en el resto de hábitos cotidianos, cada cual tiene sus manías a la hora de conducir. De base, todos sabemos cómo utilizar un coche y qué tipo de reglas tenemos que seguir (aunque no todo el mundo las cumpla), pero en el aspecto práctico de la conducción cada uno tiene sus propias costumbres. 

Mientras que algunas de estas manías son inocuas para la salud del coche, otras pueden acabar conllevando graves consecuencias mecánicas que acorten la vida útil del vehículo e, incluso, provoquen averías muy caras de reparar. 

Desde AECA-ITV han querido alertar, ahora que en verano se usa más el vehículo para salir de vacaciones, sobre ciertos gestos durante la conducción que afectan, de manera negativa, a la salud de nuestro coche. 

Uso excesivo de los frenos

El hábito de algunos conductores que puede estropear el motor al contrario de lo que piensan

"Usar de manera continuada de los frenos o realizar una frenada importante conlleva un sobrecalentamiento de los mismos reduciendo la capacidad de frenada y aumentando el desgaste", explica AECA-ITV. Lo aconsejable, entonces y según esta asociación, es utilizar el freno motor siempre que sea posible. 

También es aconsejable mantener la concentración en la circulación para prevenir posibles imprevistos que impliquen una frenada brusca: por ejemplo, en la aproximación a un semáforo o intersección.

Revolucionar en exceso el motor cuando está frío

Para que el aceite del coche cumple con su función tiene que encontrarse a una temperatura adecuada y a un nivel correcto. Si el motor no se encuentra a esta temperatura, es decir, se acaba de arrancar y está frío, el aceite no circulará con fluidez. Esta situación provocará que, al trabajar a mayores revoluciones, las piezas se desgasten más rápidamente. 

No controlar la presión de los neumáticos

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Una presión incorrecta genera un desgaste irregular del neumático. Además, es peligroso, ya que puede aumentar la distancia de frenado, reducir el agarre o incluso el riesgo de reventón. Por último, provoca un aumento en el consumo de combustible del vehículo.

Es importante evitar golpear el neumático en los bordillos o rozar el flanco durante las maniobras de aparcamiento, ya que las deformaciones que sufren pueden causar daños internos que pueden tener consecuencias mayores, como un reventón o pinchazo.

Utilizar mal la caja de cambios

Uno de los gestos más habituales, que es el de mantener una marcha engranada mientras el vehículo está detenido, puede acelerar el desgaste del embrague. Es preferible dejar el coche en punto muerto. Por otro lado, mantener el pedal del embrague pisado también puede generar daños en el vehículo. Desde AECA recuerdan que solo ha de pisarse en el momento en que se vaya a cambiar una marcha.

Otro hábito que puede dañar la caja de cambios es poner marcha atrás sin detener el vehículo. Lo recomendable es detener por completo el vehículo antes de introducir la marcha atrás.

Circular con el vehículo (demasiado) cargado

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Cuanto mayor sea la carga de un vehículo, más inestable será su comportamiento ante cualquier incidencia. Además de que los frenos, la suspensión o la transmisión tendrán que hacer un mayor esfuerzo y, por supuesto, a más peso más consumo de combustible. 

Cuidado con los baches

"Al menos un tercio de todos los daños que sufren los vehículos (principalmente en el sistema de suspensión, transmisión y neumáticos) se deben a los baches que pueden encontrarse en las carreteras", confirma AECA. En la medida de lo posible, "sin poner en peligro al resto de los usuarios y cumpliendo las normas de tráfico", estos se deben intentar esquivar o pasar a una velocidad adecuada.

Exceso de velocidad en resaltos o badenes

En línea con el punto anterior, no reducir la velocidad cuando nos acercamos a los resaltos ubicados en pasos de peatones conlleva desgastes importantes en la suspensión del coche, llegando incluso a provocar que alguno de los elementos de los bajos del vehículo golpee el suelo.