¿Cuánto dinero puedes ahorrar si pasas la ITV con regularidad?

Tener el coche a punto y llevar al día del mantenimiento preventivo es una forma de evitar averías caras y de gastar el dinero en reparaciones mecánicas. De todas formas, aunque cumplamos rigurosamente con las instrucciones del fabricante respecto al cuidado de nuestro coche, también deberemos estar atentos a los ruidos y comportamientos extraños que pueda tener el vehículo para detectar fallos y problemas. 

Una de manera de controlar el estado mecánico de nuestro coche es acudir cuando toca a la ITV. En los centros de inspección los expertos nos ayudarán a revisar que el coche funciona correctamente y, por lo tanto, nos avisarán si ven que algún componente importante falla o no funciona como debe. 

De esta manera, podremos acudir al mecánico antes de que la avería o el problema se conviertan en un fallo grave que nos acabe costando mucho más dinero del que debería. Desde AECA-ITV han estimado unos cálculos para reflejar cuánto dinero podemos ahorrar en averías si pasamos la ITV cuando corresponde.

Más de 250 euros en frenos

"La detección de unas fuerzas de frenado en el tren delantero por debajo del rango establecido o el hallazgo mediante la inspección visual de un desgaste anómalo o incorrecta fijación de las pastillas de frenado en un vehículo puede requerir, únicamente, la sustitución de las mismas", avisan desde AECA. 

Un desgaste excesivo de las pastillas de frenado aplicado durante un periodo largo de tiempo puede llegar a dañar los discos, algo mucho más caro. El coste de la sustitución de los discos y pastillas (386 euros) es tres veces mayor que la sustitución de únicamente las pastillas (130 euros).

Fugas de aceite: más de 1.000 euros de averías de motor

Los tres elementos de tu coche que deberás revisar al acabar el verano para evitar accidentes y multas de tráfico

Por otro lado, la localización temprana de una fuga de aceite puede solucionarse con una pequeña intervención, generalmente la sustitución de la junta correspondiente. No solucionar este problema puede llegar a costarnos más de 1.000 euros. 

El primer elemento que se ve afectado por un déficit de lubricación es el turbocompresor del vehículo, si dispone de él, que cuesta cambiar de media unos 1.309 euros. La avería puede llegar a dañar el conjunto de motor y la sustitución del mismo ronda de media los 6.383 euros, un coste hasta 5 veces la de la sustitución del turbo-compresor.