La mecánica del coche es delicada y necesita que todas sus piezas estén en perfectas condiciones para que el vehículo funcione como debe. Este mantenimiento, a veces, puede tener un coste demasiado elevado que se dispare por no haber sido previsor al provocar que algún elemento se rompa por no haberlo sustituido a tiempo, como sucede con la correa de distribución.
Una de estas averías costosas es la reparación de la junta de culata, otra pieza relacionada con el motor, situada entre la culata y el bloque motor que se encarga de mantener la estanqueidad de la compresión del propulsor, al encajar entre ambos elementos propiciando un cierre perfecto.
Aunque su rotura no es una avería muy común, nunca está de más conocer los síntomas que pueden indicarnos que algo pasa en la junta:
- Aceite en el refrigerante. Esta fuga no se nota en conducción.
- Sobrecalentamiento. El motor se calienta en exceso y puede provocar filtraciones.
- Color y olor del humo. Un color gris o blanco con un olor diferente a lo habitual.
- Refrigerante dentro del circuito de aceite. Solo se ve cuando se realiza el cambio de aceite y puede dañar irremediablemente el motor.
- Fuga del líquido refrigerante.
- Pérdida de potencia.
- Consumo elevado de agua. El coche sufrirá problemas de refrigeración si la junta está dañada.
- Consumo elevado de aceite.
El precio de la reparación o sustitución
Antes de la mala, una buena noticia: la junta de culata no es una pieza que haya que sustituir de manera periódica o dependiendo del kilometraje. Solo hay que repararla o cambiarla cuando se rompe y este tipo de avería no suele suceder con regularidad.
El precio de una nueva junta de culata, según los expertos de seguros Mapfre, parte de los 350 euros y puede alcanzar los 800 euros, dependiendo del modelo y del coche. Después, hay que sumar a toda la operación las horas de trabajo, que no serán pocas. Al estar situada en el motor, el mecánico deberá trabajar con cuidado y paciencia para poder instalar la nueva junta, Haciendo la suma, es fácil que la reparación se dispare por encima de los 1.000 euros.
Si la avería de la junta de culata se detecta tarde y esta ha llegado a dañar el motor, la reparación podría ser muchísimo más cara, hasta el punto de llegar a plantearse la compra de un nuevo vehículo.
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