Qué pasa cuando fallan las bujías del coche y cada cuánto se deben revisar para evitar peligros

Mecánico reparando el motor de un coche.
Mecánico reparando el motor de un coche.
PORNSAWAN
Mecánico reparando el motor de un coche.

Las bujías son unas pequeñas piezas encargadas de producir el encendido de la mezcla entre combustible y oxígeno en los cilindros en los motores de gasolina. Básicamente, son uno de los elementos por los que el coche se pone en marcha. Si las bujías están en buen estado, el funcionamiento del coche irá como la seda pero, en el caso de que estas presenten un problema, es posible que este repercuta en el resto. 

Pese a su pequeño tamaño, estás piezas influyen mucho en la mecánica del coche y además pueden ser claves indicativas de problemas en el motor. Si por ejemplo están blanquecinas o ennegrecidas o presentan demasiado aceite, pueden estar indicando que hay problemas en la inyección, en el depósito de carbón o nos están señalando que el combustible es de mala calidad.

Sin embargo, ¿cómo podemos saber si las bujías están averiadas a través de síntomas que presenta nuestro coche? Hay tres síntomas principales que pueden darnos a entender que hay un problema en las bujías de nuestro vehículo. 

  • Fallos en el encendido del coche. Si el coche no enciende o tiene dificultades en arrancar, puede ser un indicio de que las bujías no están cumpliendo con su función adecuadamente 
  • Aumento del consumo de combustible. Las bujías desgastadas provocan que la mezcla de aire y combustible no se queme de manera correcta, lo que eleva el consumo. 
  • Perdida de potencia. Al fallar el encendido del coche se puede provocar una reducción de la potencia del motor así como un aumento de los gases emitidos por el tubo de escape. SI el motor no rinde como siempre, puede que nos enfrentemos a un problema de bujías. 

Se recomienda revisar las bujías cada 60.000 kilómetros, aunque pueden empezar a presentar defectos a la mitad de tiempo. Los defectos en estas pequeñas piezas pueden repercutir en un aumento de las emisiones del vehículo e incluso perjudicar el motor. En el caso de las bujías de precalentamiento de los motores diésel, es suficiente con cambiarlas cada 120.000 kilómetros aunque es conveniente revisar su estado antes.

El precio por cada pieza no suele superar los 10 euros, por lo que la sustitución de las bujías no suele ser una operación excesivamente cara y cabe destacar que, en caso de tener que sustituir una bujía, habrá que cambiarlas todas.

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