Coches trucados: ¿Cómo detectar si ha sido manipulado al comprar un coche de segunda mano?

Una de las técnicas más utilizadas en España es manipular el cuentakilómetros: los vendedores de coches de segunda mano, con esta fraudulenta acción, buscan el crecimiento de valor del automóvil.

La mejor manera de ahorrar en combustible es recogiendo el coche lleno y entregándolo igual
Cuentakilómetros.
Pixabay
La mejor manera de ahorrar en combustible es recogiendo el coche lleno y entregándolo igual

En España y resto del mundo, existen casos de vendedores de coches de segunda mano que utilizan diferentes técnicas para trucar el vehículo y aumentar el valor del mismo en el mercado. Uno de los métodos más utilizados para conseguir este crecimiento de valor en el automóvil es manipular el cuentakilómetros. 

Los vendedores, a pesar de existir tecnología punta capaz de evitar en el mayor de los casos esta modificación, manipulan este elemento con la ayuda de ordenadores y programas adecuados, los cuales logran bajar considerablemente los kilómetros recorridos en el marcador de los vehículos

No obstante, hay métodos para comprobar el kilometraje real del vehículo en cuestión y detectar un posible fraude en la cifra real que aparece tras el volante. A continuación, os detallaremos los pasos que hay que realizar para evitar que nos engañen en este tipo de casos. 

¿Cómo podemos comprobar los kilómetros reales?

1.- Documentación real 

El primer paso que hay que seguir para evitar caer en un posible fraude es revisar, detalladamente, los papeles del vehículo: la ficha técnica o el permiso de circulación deberán de estar en orden. Asimismo, el papel de la ITV refleja el número de kilómetros y se puede comprobar fácilmente observando las fechas y los metros recorridos por el vehículo en los distintos años. Lógicamente, estas numeraciones no van a coincidir, pero deben de tener sentido y lógica en cuanto al periodo que transcurre. 

2.- Estado mecánica

El estado de ciertos elementos mecánicos puede ser clave para obtener una idea del kilometraje y del trato que se le ha dado a los diferentes elementos que pueden llegar a ser trucados. Un claro ejemplo es observar el estado del motor, que no debería estar ni muy sucio ni muy limpio. En condiciones normales, el hecho de contener una pieza 'nueva' podría indicar que esconde algún defecto pasado o presente, por lo que habría que revisar detalladamente esa zona en cuestión. 

Por otro lado, los frenos y el embrague deberían de tener una vida útil de unos 100.000 kilómetros. Si estas piezas se han cambiado recientemente y el coche marca 40.000, deberías analizar esta escenario, puesto que podría tener una manipulación en el cuentakilómetros. 

3.- Desgaste en el interior del vehículo 

Otro aspecto a tener en cuenta es el desgaste del interior del habitáculo. En condiciones normales, un coche con 15.000 kilómetros en el podómetro no puede tener los asientos desgastados, ni tampoco los pedales sin dibujo o el volante totalmente descascarillado. 

Estos casos anteriormente citados se producen cuando han pasado varios años y muchos kilómetros recorridos. Por ello, es recomendable 'echar un vistazo' con atención en los diferentes elementos que componen el interior del coche: pedales, mando de luces, laterales de los asientos, piezas, freno de mano, volante o la palanca de los intermitentes, entre otros. 

4.- Informe de la DGT

El método más fiable para conocer si el vehículo está trucado o no es solicitar un informe a la Dirección General de Tráfico. El usuario en cuestión deberá de pedir un "informe completo" que incluya toda la información administrativa, municipio, identificación del titular, historial, kilometraje, cargas, datos técnicos, puntuación EuroNCAP y mantenimiento del vehículo solicitado. 

Este documento se puede solicitar a través de internet (sede electrónica de la DGT) y tendrá un precio de 8'67 euros, que pertenece a la tasa 4.1. Si el informe es solicitado a través de una gestoría, el coste aumentará hasta los 20 euros. 

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