10 consejos para que la conducción sobre nieve o hielo no se convierta en pesadilla

Durante los meses de invierno, es frecuente que caigan nevadas o heladas en distintos puntos del país. Conducir con estas circunstancias se vuelve mucho más peligroso, por eso traemos 10 consejos para la nieve y el hielo.

Una mujer conduce un coche cubierto de nieve en Burgos.
10 consejos para una conducción más segura sobre nieve y hielo.
EFE
Una mujer conduce un coche cubierto de nieve en Burgos.

La Fundación de la Confederación Nacional de Autoescuelas (FCNAE) advierte de los riesgos de conducir en condiciones adversas motivadas por el hielo y la nieve. En estas circunstancias, tal y como explica el director de Formación de FCNAE, Roberto Ramos, la primera pregunta que debe hacerse es 'si es imperiosamente necesario conducir o podemos evitarlo en determinados escenarios''. En el caso de que no tengamos alternativa, Ramos recuerda a todos los conductores que es necesario extremar la precaución al volante por la aparición de hielo en la calzada y ofrece los consejos fundamentales para una conducción segura en invierno.

1. Conducir sólo lo estrictamente necesario

Conducir solamente los trayectos que no puedan evitarse, y siempre tras conocer el parte meteorológico de la AEMET y los avisos de la DGT sobre el estado de las carreteras cercanas. Si se puede, la mejor opción es evitar conducir en caso de que nieve o hiele. El pavimento estará deslizante; la visibilidad será reducida y las carreteras pueden estar cortadas.

2. Tener siempre en el vehículo rascador y cadenas

Llevar siempre un rascador para limpiar el parabrisas completo, no sólo la parte del conductor, y también ventanillas y luna trasera, para garantizar la mejor visibilidad posible, antes de ponerse al volante. No intentar descongelar el parabrisas rociando agua caliente sobre el mismo porque se consigue el efecto contrario. Tampoco salir a la carretera sin las cadenas en el maletero del vehículo. Y, por supuesto, viajar con un cargador para el dispositivo móvil, agua, algo de comida, suficiente ropa de abrigo y una manta, ante la posibilidad de vernos temporalmente inmovilizados.

3. Neumáticos de invierno

Montar gomas de invierno puede marcar una gran diferencia a la hora de circular por carreteras nevadas o deslizantes. Estos proporcionan un  mayor agarre con temperaturas inferiores a 7ºC.

4. Reducir la velocidad considerablemente

La falta de adherencia del neumático al firme puede hacer que, a tan solo 20 km/h, se salga de la vía en una curva con hielo. 

5. Las maniobras, progresivas

Cuando se conduce sobre nieve o hielo es muy difícil mantener la trayectoria del vehículo, incluso a bajas velocidades (especialmente sobre hielo). Por eso, el conductor ejecutará las maniobras de manera progresiva y sin brusquedades. La dirección, los frenos, el acelerador, etc, deben utilizarse con suavidad.

6. Aumentar la distancia de seguridad

Sobre hielo, el vehículo puede llegar a necesitar hasta 10 veces más espacio para detenerse.

7. Saber cómo se ponen las cadenas

Lo mejor es emplear guantes y practicar antes de salir, viendo un vídeo en Youtube que nos lo explique. La propia Guardia Civil tiene algunos en sus cuentas de redes sociales, por ejemplo. Las cadenas se sitúan en el eje motriz, no el directriz; que a veces coincide, si es tracción delantera.

8. Encender las luces

En caso de nevada es obligatorio encender, al menos, la luz de posición y cruce. Además, si el vehículo dispone de luz antiniebla delantera, será aconsejable encenderla también. En esta situación está prohibido usar la luz antiniebla trasera, ya que sólo en el caso de fuertes nevadas es obligatorio encenderla. Se desconectará cuando exista riesgo de deslumbramiento, por ejemplo, en vías urbanas con retenciones.

9. Sobre nieve abundante, circular por las roderas

Si hay suficiente nieve, es aconsejable circular por las roderas dejadas por otros vehículos. En caso de poca nieve, circular por fuera de las roderas, pero paralelamente a su trazado. Además, los conductores deberán circular a poca velocidad y mantenerla (siempre que se pueda), evitando acelerar y frenar en lo posible. Si fuera necesario frenar, siempre es mejor realizar deceleraciones suaves (sólo levantando el pie del acelerador). Si la frenada es más fuerte, es mejor utilizar el freno con suavidad (que actúa sobre las cuatro ruedas) que una retención brusca del motor (que sólo frena dos ruedas).

10. Sobre hielo, poco se puede hacer...

Si el hielo aparece poco a poco sobre el pavimento, la dirección del vehículo estará excesivamente blanda. Al iniciar la marcha sobre una placa de hielo, se intentará arrancar con marchas largas, aceleraciones muy suaves, intentando no tocar el freno, girando la dirección con suavidad, en definitiva, la conducción debe ser suave.

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