Tan genuino como la Coca Cola o el Whopper, el Ford Bronco es uno de los todoterreno más legendarios que se venden al otro lado del Atlántico y que acaba de aterrizar ahora en el mercado europeo.
Vio la luz en 1966 y, desde entonces hasta ahora, ya van seis generaciones que han sabido ganarse la confianza de esos usuarios que quieren tener en su garaje lo más de lo más dentro de esta categoría.
Para diferenciarse entre el tráfico
Antes de continuar, comentar que el máximo rival del Bronco es otro mito caso del Jeep Wrangler. Comparten la misma filosofía y ese poderío extremo cuando cambiamos el asfalto por los recorridos off-road.
La prueba es que en el de Ford tampoco hay concesiones a lo superfluo. Con 4,81 metros de largo, visto por fuera enseguida delata su condición de auténtico todoterreno con una carrocería muy cuadrada en sus formas, que hace acopio de todo tipo de defensas, una parrilla tan especial como particular, unas ópticas posteriores cuadradas (con ledes, eso sí) y unas llantas de 17 pulgadas con una monta de neumáticos “fuera de carretera” que no pasan desapercibidas por su generoso “balón”.
De puertas hacía dentro, la filosofía de diseño y elección de materiales sigue siendo la misma bajo una clara premisa que tiene que ver con disimular el paso de los años y conseguir la durabilidad deseada.
Ejemplos encontramos en la presencia de materiales plásticos muy duros o en la terminación tan espartana de los paneles de las puertas que son casi inexistentes. Eso sí, y como una curiosidad bastante apreciada en EE.UU., se pueden quitar tanto las puertas (que van sin marco) como el techo, algo que nuestra legislación prohíbe para conducir por carretera.
Dos acabados: Outer Banks y Badlands
El adecuado nivel de refinamiento se deja para la tapicería de cuero que cubre los asientos o para las pantallas digitales de la instrumentación y del infoentretenimiento ( de 8 y 12 pulgadas respectivamente) integrando el sistema multimedia SYNC 4 ya visto en otros modelos de la marca.
Disponible en Europa con las versiones Outer Banks y Badlands, esta última como la ensayada, este todo terreno está disponible con una única motorización V6 de gasolina de 2,7 litros turboalimentada que entrega 335 CV de potencia y se combina con un cambio automático de 10 relaciones.
El chasis, por su parte, es de largueros y travesaños, un concepto de construcción que, como decíamos al principio, busca el mejor compromiso en el campo de cara a superar todo tipo de obstáculos sin despeinarse.
No falta tampoco en este sentido un sistema de tracción 4x4 con conexión automática, bloqueos para los diferenciales delantero y trasero o una barra estabilizadora delantera desconectable.
Todos estos “gadgets”, que añade la terminación Badlands, se pueden manejar fácilmente a través de una botonera situada en la parte alta del salpicadero disponiendo, además, de varios programas de conducción “off-road” (Mud, Sand, Rock Crawl y Baja) que le dan alas a este TT pues cada elección modifica los parámetros del acelerador, la transmisión o la dirección.
Referencia en los recorridos off-road
En marcha, y circulando por carretera, el motor demuestra mucho brío en relación a su tamaño y abultado peso de más de 2,2 toneladas. De todas formas, su comportamiento está condicionado por la monta de neumáticos y la estructura de las suspensiones, sin olvidar los ruidos aerodinámicos que aparecen a poco que superemos los 100 km/h. Tampoco los consumos son una de sus grandes bazas y, como cabría esperar, se mueve casi siempre en el entorno de los 14,5 litros.
El panorama cambia de la noche a la mañana cuando nos adentramos en un recorrido off-road. Aquí no hay peros que valgan y el Bronco, con su generoso recorrido de suspensiones y óptimos ángulos de ataque y salida, se sube literalmente hasta por las paredes, mientras que a la hora de transitar por cualquier camino muestra mucha diligencia y autoridad disfrutando de lo lindo con su conducción.
Para terminar solo nos faltaría mencionar sus precios que son de 89.600 euros en el caso de la versión Outer Banks y de 91.450 euros en el del Badlands que nos ha tocado en suerte.
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