Pese a que están penados con prisión, aunque sea de pocos meses, los fraudes y estafas a las empresas aseguradoras en lo que concierne a los vehículos es una costumbre que si bien no destaca por acumular un excesivo total de delitos sí que mantiene una constante que afecta anualmente no solo a las empresas sino también a los posibles implicados dentro de un accidente o incidente de tráfico.
En la celebración de la jornada de la Lucha contra el fraude en seguros, la Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (ICEA) ha dado a conocer los resultados de su estudio anual en relación al pasado 2021 y, en resumen, se cifra en que 9 de cada 100 accidentes de tráfico con daños corporales encubren algún tipo de fraude para las compañías aseguradoras. Igualmente, 6 de cada 100 denuncias por robo de vehículos son falsas y el 2,22% de los daños materiales en vehículos son fraudulentos.
Los ámbitos en los que más fraudes o intentos de estafas se detectan son en el del automóvil y en el de los seguros de responsabilidad civil. Los datos de ICEA muestran cómo un 66% de los casos de fraude investigados se da en el sector del seguro del automóvil, en parte por la obligación de que todos los conductores están obligados a disponer de uno y tiene por lo tanto una gran presencia social.
Ocultación de daños y reclamaciones desproporcionadas
Por tipos de fraude, en el sector de los seguros del automóvil es muy habitual la ocultación de daños preexistentes, lo que ocurrió en un 39% de fraudes analizados. Le siguen en importancia las reclamaciones desproporcionadas, en un 23% de los casos, y en los seguros multirriesgos en habitual encontrar siniestros simulados.
El 11% de los importes solicitados a las aseguradoras por la sustracción de un vehículo podría tener algún componente fraudulento y, del mismo modo, suele haber un intento de engaño detrás de la reclamación del 10% de las indemnizaciones por lesiones en accidentes de circulación. Y aunque apenas el 1,76% de los percances motivados por pólizas de responsabilidad civil esconde un fraude, el peso de las reclamaciones indebidas sobre el total es mucho mayor, en concreto, del 10%.
En lo que se refiere a las cuantías y costes de estos fraudes, un tercio de los intentos de engaño investigados en año pasado conllevaban reclamaciones inferiores a los 500 euros. Los dos tercios restantes implicaban el pago de importes más elevados.
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