El calor durante los meses de verano en España hace que la temperatura dentro de los coches ascienda exponencialmente, llegando a ser peligroso tanto para el propio vehículo como para la salud de sus ocupantes. Por ello, lo ideal es pasar dentro del automóvil el menor tiempo posible, aunque en ocasiones ocurren despistes (especialmente con las condiciones climatológicas estivales) que incluso pueden acabar con una persona encerrada dentro a pleno Sol.
A pesar de que hay métodos para enfriar el coche, lo mejor para evitar posibles lipotimias e incluso problemas más graves es salir del vehículo lo antes posible. Aunque parezca imposible abrir desde dentro el automóvil, sí que hay una vía de escape en caso de emergencia, pero no es la convencional.
¿Cómo salir de un coche en el que estás encerrado?
La respuesta está en el maletero. No es el espacio habitual por el que salir de un coche, pero es una de las mejores soluciones para escapar si se está atrapado. Para ello, hay que acceder a él, y la manera más sencilla de hacerlo es tumbando los asientos traseros. Dependiendo del tipo de vehículo, esto se hará manualmente o pulsando un botón.
Una vez dentro del maletero, se debe buscar un 'interruptor' con el símbolo de un vehículo con el portaequipajes abierto, que indica donde se encuentra el sistema de apertura del portón trasero. No es fácil abrirlo con la mano, sino con un objeto que haga palanca, que pueden ser perfectamente las llaves del coche.
Una vez abierta la tapa del dispositivo, nos encontramos con un mecanismo bastante simple y manipulable, que permite abrir el maletero y, por lo tanto, salir del vehículo por nuestro propio pie. Esto, con temperaturas tan extremas como las que se producen en verano en España, puede ser crucial, y más si no se dispone de aire acondicionado.
¿Qué piezas tiene otras funciones?
Lo cierto es que no solo el maletero tiene funciones alternativas, sino que hay otras piezas de los coches que también tienen un cometido menos conocido, pero que puede ser también fundamental a la hora de escapar si se está encerrado en un vehículo.
Los reposacabezas de los asientos están anclados a este mediante dos varillas de metal, que pueden ser un salvavidas en estas situaciones: si se desencajan estas piezas de los asientos y se comienza a golpear las ventanillas (no el parabrisas delantero y el trasero), los extremos de estos elementos están totalmente diseñados para poder romperlas.
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