Llevamos escuchando hablar de ellos ya un tiempo, pero todavía existe la sensación de que los coches autónomos no son aún una realidad. Sin embargo, su implementación en el uso cotidiano está más cerca de lo que parece y en algo más de diez años podrían estar circulando a pleno rendimiento. El primer estudio publicado por la consultora PwC desvela que en el próximo 2035 es posible que el 14% de las matriculaciones de nuevos coches en Europa, Japón y China correspondan a los coches autónomos del tipo L4, los más avanzados.
En el Digital Auto Report 2021 se reflejan los lentos avances de la conducción autónoma, pero su afianzamiento entre el publico que sí es aficionado a este tipo de movilidad. Aunque el deseo de conducir estos coches ha caído, sobre todo en el Alemania y en Estados Unidos, los que ya confiaban en este tipo de movilidad y esperan el desarrollo de los coches autónomos se muestran a disposición de adquirir este tipo de vehículos.
De todas formas, los coches autónomos todavía se encuentran con limitaciones en el desarrollo de su tecnología, la que les permitiría ser independientes y seguros. Sin embargo, pese la falta de avances en el desarrollo del software de predicción de movimiento, por ejemplo; sí que se están desarrollando nuevos ADAS basados en tecnología de bajo consumo, lo que mejora la seguridad vial en los coches que no son de nivel 4 o 5 si no del 1.
Pese al lento desarrollo, se espera que en el 2025 el 45% de los beneficios generadores en esta cadena de valor provengan del software y muchos fabricantes están ofreciendo sus servicios de autonomía en forma de modelos de suscripción. De todas formas, hay que entender que la aplicación de estas nuevas tecnologías no va a ser uniforme en todo el globo
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