Cuatro tipos de champiñones comestibles que puedes encontrar en el campo o en el mercado

El otoño es, sin duda, época para recolectar setas, un alimento muy codiciado en nuestra gastronomía. En este sentido, el champiñón es una de las variedades del hongo que puede encontrarse también en el campo, a pesar de estar disponibles en el mercado durante prácticamente todo el año. 

Ricos en fibra para el tránsito intestinal, minerales como el potasio y el hierro, y vitaminas con propiedades antioxidantes, los champiñones son ideales en una dieta saludable y variada. Pero, ¿cuáles son las variedades más conocidas y consumidas? 

¿Cuáles son los más consumidos?

El champiñón común o champiñón de París, cuya denominación oficial es Agaricus bisporu, es el más popular de todos y el que se encuentra ampliamente en las estanterías de las tiendas de alimentación. Se caracteriza por tener un color blanco o crema claro en su sombrero, cuya dimensión puede variar desde los 3 hasta los 10 centímetros, por su pie cilíndrico y por presentar una carne firme, blanca y consistente.

Similar al champiñón común encontramos la variedad crimini. Pertenecen a la misma especie y su sombrero tiene un color más marrón. Es idóneo para emplear en pastas, arroces y carnes debido a que su sabor es más intenso

El champiñón portobello, denominado oficialmente como Agaricus brunnescens, es otro de los más consumidos, aunque guarda ciertas diferencias con el común. Son conocidos por ser más exóticos y son reconocibles por el color marrón claro o pardo. Como detalla la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), tiene un sabor más intenso y sabroso que el común, aunque su precio también es más elevado.

Los champiñones silvestres se pueden encontrar en los bosques de España al ser una especie muy común. No obstante, conviene saber que no todos son comestibles y algunos incluso pueden ser venenosos. El sombrero mide de 5 a 15 centímetros y destaca por su color blanco pálido y sus láminas rosadas.