Harrison Ford ya ha pasado a la historia del cine. Ryan Gosling va en camino, pero de momento puede al menos presumir de haber hecho una película junto al mercenario más famoso de las galaxias. Fue en Blade Runner 2049, la arriesgada secuela de la original dirigida Denis Villeneuve. Durante y después del rodaje, Ford y Gosling hablaron de lo divino y de lo humano; hablaron de comer y de comer bien en España.
Juntos vinieron a Madrid en aquel 2009 para promocionar la película. Fuera de focos y micrófonos aprovecharon para conocer la ciudad y sus museos. Y luego a comer. Aquí habló Ford a quien varias estrellas de Hollywood le habían recomendado un restaurante. Y allá se fueron, al número 8 de la Plaza Gabriel Miró, en el barrio de La Latina.
Esa la dirección del restaurante El Landó, desde su apertura en 1977 un clásico de la restauración madrileña. Esto último se entiende mejor si apuntamos que su propietario es Lucio Blázquez, el dueño de la famosa Casa Lucio (cerquita, en la Cava Baja).
El Landó se asoma a Las Vistillas y procura vistas, las de los muchos famosos que lo frecuentan. Queda claro, no estamos en un local de nueva gastronomía, de elaboraciones complejas y sorprendentes, sino en uno de cocina tradicional y espléndido producto. Como Casa Lucio, El Landó es un restaurante conservador en las formas y en su ambiente.
Lo dirige Ángel González, el cuñado de Lucio, y comparte con aquel otro el gusto por los huevos y las tortillas. Aquí también el plato emblemático son los huevos estrellados. Pero hay más: jamón ibérico con pan y tomate, queso manchego, verduras de temporada, callos a la madrileña, mollejas de cordero, steak tartar o lubina al horno. De postre, dicen, hay que pedir arroz con leche.
Disfrutaron los bladerunners, el veterano y el joven, como antes lo hicieron otras estrellas del cine que han pasado por El Landó como Barbra Streisand, Jake Gyllenhaal, Liam Neeson, Benicio del Toro o hace sólo unos días John Turturro (abajo le vemos). Durante muchos años fue uno de los favoritos del rey Juan Carlos y cuentan que Julio Iglesias a veces volaba hasta Madrid en su avión privado sólo para comer aquí.
Comentarios