Madrid es una de las ciudad más cosmopolitas de España y receptora de modernas propuestas de ocio y restauración. No obstante, a veces hay necesidad de buscar sitios auténticos o que lleven a las raíces. En la plaza de Herradores 9, se encuentra el Museo del Pan Gallego, un obrador de pan artesanal que se presume que es la panadería más antigua de Madrid.
Autenticidad entre la modernidad
Entre cronuts, new york rolls o el rosconut de Dabiz Muñoz, esta panadería conserva la bollería de toda la vida, la atemporal. Se puede adquirir hogazas de pan tradicionales como pan de moño, de maíz, payés o empanadas gallegas. También hay manjares dulces como magdalenas, bizcochos o la célebre tarta de Santiago.
El Museo del Pan Gallego lo regenta una familia de Ourense y se considera la panadería más antigua porque su horno de leña es parte del decimonónico edifico desde 1887, según informa el portal de ocio Madrid Diferente.
Pan gallego, único
Para orgullo de los gallegos, su pan tiene el distintivo de IGP (Identificación Geográfica Protegida). Se trata de un sello de calidad que se le otorga a un producto por tener características atribuible a su zona geográfica, dotándolos así exclusividad y reconocimiento.
El pan gallego ese caracteriza por corteza crujiente y de dureza variable en función del formato, miga esponjosa y alveolado abundante e irregular, que se elabora de forma artesanal con harina de trigo blando.
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