La tarta de queso es uno de los postres por excelencia de los restaurantes en España. Se puede hacer de distintas maneras para adaptarla a todos los gustos. En el horno, en la nevera, con galleta o mermelada, muy hecha o que se derrita...
El objetivo es que esté rica y nos del punto de queso que tanto disfrutamos en este postre dulce. En este caso, vamos a sumar algunas claves que nos gustan un poco más, porque esta nueva receta barata además es saludable, necesita pocos ingredientes y no hace falta usar el horno, que con estas temperaturas, apetece bastante poco.
Los ingredientes que necesitas para que la tarta sea saludable y barata, pero quede igual de deliciosa
Los ingredientes y los pasos que utilizamos para esta receta, quizá ya lo conocías, pero en este caso, vamos a darle un poco la vuelta a este postre y te vamos a proponer algunas alternativas que puedes utilizar para sustituirlos y poder adaptar este capricho que tanto nos gusta a algo más saludable, para disfrutarlo de vez en cuando y sin gastar más de cuatro euros por ración.
El ingrediente principal para conseguir esta tarta es evidentemente el queso, puedes optar por un queso batido, queso crema bajo en grasa, queso fresco o requesón.
También vas a necesitar mantequilla, que como alternativa lo puedes sustituir por aceite de oliva virgen extra, aceite de coco o mantequilla de frutos secos.
Como espesante, tienes la opción de utilizar harina de avena, de centeno o de arroz y en lugar de utilizar azúcar, vamos a elegir en este caso panela, estevia, dátiles o azúcar de coco. En lugar de nata, usaremos leche evaporada y la cuajada también la podemos cambiar por gelatina.
En cuanto al resto de complementos de la tarta, para la galleta, podemos simplemente elegir unas integrales, de marca blanca y sin azúcar, igual que para la mermelada. Y acompañarla con frutas frescas o salsa sin azúcar.
La elaboración para hacer una tarta de queso sin azúcar ni horno
Para hacer esta tarta, podemos empezar por triturar la galleta con un robot o trituradora y resérvalo para después. Después, derrite el aceite de coco o lo que hayas elegido y mézclalo las galletas molidas con dos cucharadas de agua. Cuando esté listo, lo vuelcas en la base del molde que tengas en casa para tartas y presionas con la cuchara hasta que quede compacto y uniforme. Y esto lo metes en la nevera.
Deshaz la cuajada en un culín de leche. Puedes usar solo medio sobre si quieres que quede más cremosa y se deshaga. Si, por el contrario, te gusta un poco más hecha, usa el sobre entero para que tenga una textura más similar a la gelatina.
Pon el yogur con el queso crema en una cacerola y cuando veas que está ligeramente líquido, añades la cuajada disuelta. Remuévelo todo constantemente hasta que empiece a hervir.
El último paso es volcar la crema de queso sobre la base de galletas, intenta que quede lo más uniforme posible y lo dejas enfriar a temperatura ambiente. Cuando deje de estar caliente, lo metes en la nevera, para disfrutarlo fresquito.
El toque final, para hacer el postre perfecto para verano
La base de la tarta ya la tenemos, puedes dejarla así si quieres o puedes decorarla para combinarla con otros sabores que le den el toque final, con el 'topping' que hayas elegido.
Cuando haya pasado el tiempo suficiente en la nevera y esté lo suficientemente fría para que nos refresque en el final de la comida, puedes añadirle por encima la mermelada que más te guste, de fresa o de frambuesa, sin azúcares añadidos y las frutas que pienses que mejor combinen para darle el toque final, que pueden ser fresas, troceadas, frambuesas o arándanos. Con esta 'guinda' final, hemos terminado, así que... ¡A disfrutar de tu tarta de queso saludable!
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