Lo bueno del verano son sus sopas... frías. Y no todo iba a ser gazpacho. El ajoblanco es una sopa fría, especialmente popular en Málaga y Cádiz, y fuera de Andalucía, también en Extremadura.
Esta sopa se elabora a base de pan, almendras, ajo, agua muy fría, aceite, vinagre y sal. Como tropezones suelen usarse uvas moscatel y si faltan nos pueden valer daditos de melón y hasta de manzana.
Las almendras son un elemento fundamental del ajoblanco. Son su esencia. Pero podemos elaborarlo con otros frutos secos (siempre podemos probar opciones más humildes). En el caso que nos ocupa, usaremos piñones (si pueden ser de los pinares de Valladolid mejor que mejor).
Ingredientes
Piñones (250 gramos)
Ajo (1 o 2 dientes)
Miga de pan (del día anterior)
Agua fría (medio litro)
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre
OPCIONAL:
Uvas o trocitos de melón
Elaboración
1- Reservamos unos pocos piñones (unos 25 gramos), que luego decorarán el plato).
2- En el vaso de la batidora echamos el resto de los piñones, el ajo y el agua. Batimos.
3- Agregamos la miga de pan y el vinagre. Volvemos a batir.
4- Añadimos una cucharada de aceite de oliva virgen extra, salamos y batimos.
5- Tostamos los piñones que antes reservamos en una sartén.
OPCIONAL: pelamos y cortamos en trocitos las uvas o el melón.
6- Ponemos la sopa en el plato y por encima, los piñones tostados y los trocitos de uva o melón.
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