Los otros dulces para saborear San Isidro más allá de las rosquillas tontas y listas

Dulces de San Isidro.
Dulces de San Isidro.
Pastelería Mallorca.
Dulces de San Isidro.

Ya seas un auténtico gato o seas un hijo adoptado de la capital, el caso es que si pasas este fin de semana por Madrid, no puedes dejar de disfrutar de sus fiestas más castizas: las fiestas de San Isidro. 

Como toda fiesta, no hay nada como vivirla en primera persona, y por supuesto, saborearla. Y cuando se trata de comernos a bocados San Isidro, nada como los platos más castizos -y si puede ser vestidos de chulapos, mejor que mejor-. 

Un buen bocata de calamares, un pincho de tortilla, entresijos y gallinejas... dentro o fuera de la pradera el menú de San Isidro se tiene que componer de los platos más castizos, desde los entrantes hasta el postre. Y si hablamos de postre, nada como los dulces típicos de estas fechas. 

Las rosquillas de San Isidro -listas, tontas y de Santa Clara- son los dulces por excelencia de esta festividad, aunque existen otros dulces populares a los que, no les damos tanto protagonismo, pero que nos hacen disfrutar igualmente disfrutar de igual manera. ¡Toma nota!

Barquillos de San Isidro

Lo de pasear por la pradera tomando un delicioso barquillo es un clásico. Se trata de un dulce que se remonta a los monasterios de la Edad Media, y se trata de unas galletas ligeras de forma cilíndrica que se elaboran con una oblea con sabor a miel y canela. 

Venta de barquillos en Madrid
Venta de barquillos en Madrid
Getty Images/iStockphoto

Se trata de un dulce tan ligero que prácticamente se deshace cuando nos lo metemos en la boca. 

Rosquillas de Alcalá

Si eres de los que las clásicas rosquillas de San Isidro no le agradan demasiado ni por su textura ni por su sabor, es probable que encuentres la solución en las rosquillas de Alcalá. 

Se trata de unas rosquillas elaboradas con masa de hojaldre muy laminado y recubiertas con yema fundente y cremosa y acabadas con una fina capa de glaseado. 

Rosquillas de Alcalá.
Rosquillas de Alcalá.
by Ch0Fu / iStock

"Son originarias de la ciudad de Alcalá de Henares, se remonta al siglo XVI. Se dice que los panaderos estaban obligados a cocer ciertas cantidades diarias de pan y, una vez realizadas, aprovechaban los hornos que seguían a fuerte temperatura para hacer asados, empanadas y postres como las rosquillas, que no tardaron en ganar popularidad por su sabor, llegando a sorprender a la corte real", aseguran desde Pastelería Mallorca, quienes han aprovechado la ocasión para sacar una nueva edición limitada de estas rosquillas.

Almendras garrapiñadas

No todo van a ser rosquillas. Nada como pasear por la pradera y comprar unas buenas almendras garrapiñadas para sentarnos en el césped y comerlas disfrutando del ambientazo.

Almendras garrapiñadas.
Almendras garrapiñadas.
MEDITERRANEAN / iStock

Se trata de almendras crudas que se cocinan con azúcar caramelizado para crear una cobertura dulce y crujiente que le da ese sabor tan característico a este snack típico de San Isidro. 

Manzana caramelizada

Se trata probablemente de uno de los dulces más típicos de cualquier feria -junto con el algodón de azúcar-, y por supuesto también lo es de la pradera de San Isidro. 

Manzana caramelizada.
Manzana caramelizada.
Flavia Novais Nakamura / iStock

Aunque se trata de un dulce cuyo origen lo encontramos en Estados Unidos, se ha convertido en todo un emblema de la pradera y de esta festividad. No es otra cosa que una manzana cubierta de caramelo para el que se emplean azúcar, jarabe de maíz, agua, canela y colorante rojo. Eso sí, no seas tramposo, que si te comes una manzana caramelizada no cuenta como una de las piezas de fruta del día. 

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