¿Qué son las galeras? Un marisco sabroso y más barato que puedes descubrir esta Navidad

Galeras, un marisco sabroso y poco conocido.
Galeras, un marisco sabroso y poco conocido.
WIKIPEDIA/Hans Hillewaert
Galeras, un marisco sabroso y poco conocido.

Nos gusta el marisco todo el año y más en Navidad. Vamos, que es un clásico de las mesas navideñas. Y en consecuencia su precio sube bastante estas fechas. Por eso hay que saber comprar: haberlo hecho con antelación para congelar o buscar mariscos alternativos. Por esto último toca descubrir las galeras.

Esta especie de extraterrestre vestido de marisco es poco conocida; como que en algunas regiones ni se ve. Pero comprar Squilla mantis, que así se llama científicamente la galera, es muy habitual en zonas de Cádiz, Huelva, Ceuta y Tarragona. Los puertos de Bonanza en Sanlúcar y Huelva son los que más genero manejan.

El drama de este crustáceo estomatópodo de entre 12 y 18 centímetros es que se le quiere poco o mejor, se le quería poco. Nunca fue muy apreciado gastronómicamente, pese a su excelente sabor. El problema es que en una galera hay mucho caparazón y poca carne. Por eso fue condenado a convertirse en materia de sopas, caldos y fumets.

Galeras de coral, las más sabrosas

Afortunadamente las cosas van cambiando. La galera comienza a ser gastronómicamente valorada, precisamente por eso, porque sabe mucho. Esas cosas se notan enseguida con sólo mirar su precio en el mercado. Sigue siendo barata, más que los langostinos, pero su precio se ha triplicado en los últimos diez años.

Las galeras, efectivamente, tienen poca carne y, además, un caparazón muy puñetero: su exterior es algo punzante, de modo que no se dejan coger con la facilidad del langostino. Pero lo dicho, merecen la pena por su sabor.

¿Congelarlas para pelarlas mejor?

  • Los amantes sanluqueños de las galeras desaconsejan congelarlas. Sin embargo, puesto que su "traje" dificulta un poco pelarlas, algunos recomiendan hacerlo un poco (endurecerlas) para que quitar su caparazón sea más fácil. Es cierto que "algo" congeladas son más manejables, podemos abrirlas y extraer entera la parte carnosa, lo que abre un sinfín de posibilidades culinarias. Además, de ese modo nos quedan sus cáscaras para hacer un caldo.

Este crustáceo se pesca con arrastre y en el marisqueo a pie. Su explotación y consumo se remonta al siglo XIX. El mejor momento para probarlo es ahora, en diciembre, cuando llegan las galeras de coral, que son las más sabrosas y apreciadas.

Prepararlas es fácil, pero hay que cocinarlas pronto, lo más frescas posible. Y es que la galera se estropea con rapidez. De modo que, como recomienda un clásico de Sanlúcar como Mariscos Guadalquivir, una vez compradas, hay que dejarlas con hielo (pero nada de congelarlas).

Ya con ellas en la cocina, hay que cocerlas. Para un kilo de galeras, 3 litros de agua y unos 180 gramos de sal. Cuando el agua con sal hierva se echan las galeras y en el momento en que el agua vuelva a hervir contamos 2 minutos. Se sacan y se dejan enfríar.

Una galera, un marisco poco conocido.
Una galera, un marisco poco conocido.
WIKIPEDIA/Daderot
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