En estas fechas queremos en la mesa el mejor cordero, el mejor cochinillo, en resumen, las mejores carnes. Pero eso se paga. Y en Navidad no todos queremos o podemos hacerlo. Así que hay que buscar alternativas.
Las hay y muy ricas. Es el caso del conejo, una carne de bajo aporte calórico, poca grasa y poco contenido en colesterol. Por todo ello, la Interprofesional del sector cunícola (INTERCUN) dice que es una de las carnes más saludables.
Lo cierto es que tiene buenos valores nutricionales. Es una carne blanca sin grasa (130 calorías por 100g), con un 25% de proteínas; rica en aminoácidos esenciales y vitaminas del grupo B y pobre en colesterol y purinas.
Y es versátil. La carne de conejo permite infinidad formas de preparación y cocinado. Desde las recetas más clásicas como conejo al ajillo, hasta barbacoas, empanadas y ensaladas. Es una carne que admite todo tipo de especias y hierbas aromáticas.
Ahora, además, se presenta en nuevos formatos. En la mayoría de supermercados se comercializan bandejas con distintos cortes muy sencillos como los medallones de carne de conejo, los muslos de conejo o el medio conejo troceado. Se trata de facilitar el trabajo en la cocina y de paso (eso no lo dice INTERCUN) de olvidar en lo posible el aspecto del animal.
Sin duda, la carne de conejo es una alternativa sana y barata para los banquetes navideños. A modo de ejemplo, el sector nos propone cinco recetas:
- Brochetas con medallones de conejo, pimientos y cebollitas
- Arroz caldoso con carne de conejo y habas
- Muslos de conejo asados al horno
- Ragout de carne de conejo con manzana y soja
- Medallones de conejo con naranja y miel
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