El político que quiso participar en 'Aquí no hay quien viva': "Producción llamó a La Moncloa"

El que fue presidente del Gobierno por aquel entonces estuvo cerca de participar en un episodio de la sitcom pero, pese a su predisposición, fue imposible adecuar el rodaje de ‘Aquí no hay quien viva’ a su agenda.
La escena es de hace casi dos décadas pero tiene mucha vigencia.
'Aquí no hay quien viva'
ATRESMEDIA
La escena es de hace casi dos décadas pero tiene mucha vigencia.

Si Juan Cuesta fue, durante los años gloriosos de Aquí no hay quien viva, la autoridad indiscutible de Desengaño 21, sólo fue porque, al final, José Luis Rodríguez Zapatero y Alberto Caballero no encontraron un hueco libre en sus agendas. Pese a que la serie dejó de emitirse hace 18 años, la sitcom más popular de España sigue, casi una década después, revelando sus secretos.

El último apunta directamente a un ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Aquí no hay quien viva aterrizó en la televisión durante el último año de legislatura de Aznar y, pocos días después de que la serie estrenase el episodio Érase un negocio, de la segunda temporada, La Moncloa cambió oficialmente de inquilino. En principio, este parecía ser un acontecimiento ante el cual la calle del Desengaño era invulnerable. Pero la realidad y la ficción estuvieron cerca de converger.

¿Por qué Zapatero no apareció en ‘Aquí no hay quien viva’?

Tal y como contó Alberto Caballero, creador de la sitcom, en la Academia de cine el pasado diciembre, los guionistas Aquí no hay quien viva discutieron, con cierta ligereza, acerca de una idea: Que Mauri (al que interpretaba Luis Merlo y que era periodista) entrevistase al presidente. Sin embargo, alguien se tomó más en serio que el resto la fabulación y sugirió que llamasen a La Moncloa. En producción, sorprendentemente, recogieron el guante y llamaron a La Moncloa. Y en la recién estrenada vivienda presidencial descolgaron el teléfono. 

“Nos dijeron que Zapatero quería salir en la serie”, explicó Caballero. Sin embargo, el cameo tuvo que desecharse por una cuestión técnica. “Imagínate que le decimos a Zapatero: Mira, tienes que estar a las tres de la mañana en el plató. Vienes y grabas”. Los horarios de rodaje de la sitcom no casaban demasiado bien con la bulliciosa agenda de un presidente de Gobierno. El talante de Zapatero no fue suficiente para asegurarle un puesto en la comunidad más famosa de la televisión española. 

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