Ha sido descrito como el MeToo para niños. Investigation Discovery ha emitido recientemente en EE.UU. la docuserie Silencio en el plató: El lado oscuro de la televisión infantil, desatando una considerable polvareda por sus revelaciones. Congregando 20 millones de espectadores, el proyecto de Emma Schwartz y Mary Robertson no ha podido ser visto en España aún, aunque llegará a HBO Max este 19 de abril. Lo hará teniendo muy fresco el impacto en Hollywood, sobre todo por unas nuevas e inquietantes revelaciones sobre su mismo making of.
Silencio en el plató parte de una investigación que quiere sacar a la luz las dinámicas de abuso que se dieron en Nickelodeon entre los años 90 y 2018. Estas dinámicas tienen como centro al productor Dan Schneider: bajo su mandato los niños y sus padres habrían sido objeto de menosprecio, intimidación, sexualización y en algunos casos de abusos físicos y sexuales. La emisión de la docuserie ha desatado un considerable escándalo, con figuras como Mayim Bialik (protagonista en su día de Blossom) hablando de que evidencia “toda una cultura” donde este tipo de conductas estaban a la orden del día.
La cosa podría ir más allá de Nickelodeon, básicamente, pero el caso es que Silencio en el plató hace más que confirmar los rumores sobre Schneider: también afronta directamente un suceso dirimido previamente por las autoridades, como es lo ocurrido entre el actor Drake Bell y su representante Brian Peck. Peck ya pasó en su día por la cárcel, y su relación con Bell focaliza parte de Silencio en el plató junto a las experiencias de otros intérpretes como Raquel Lee Bolleau, Alexa Nikolas o Marc Summers. Sus testimonios a través de varias entrevistas son el centro de la serie documental de Investigation Discovery.
Pero ahí no queda todo. Silencio en el plató no es solo un documental concienciado con arrojar luz sobre sucesos muy turbulentos, ya que su mero desarrollo habría tenido circunstancias muy cuestionables. Así lo dejó caer Summers hace pocos días: el expresentador de Nickelodeon reveló que le habían entrevistado para Silencio en el plató bajo falsos pretextos; que de hecho “le habían tendido en una emboscada”. Señala a las directoras del documental Schwartz y Robertson, como las señalan Bolleau y Nikolas según un reciente reportaje de IndieWire.
Bolleau fue actriz infantil en The Amanda Show, mientras que Robertson estuvo en Zoey 101. Ambas denuncian que Schwartz y Robertson habrían usado sus entrevistas como premisa para explotar material morboso sobre Schneider y tergiversar la historia. “Tras ver el programa, me di cuenta de que no era en absoluto lo que yo quería. También me di cuenta de que estaba rodeada de gente con un único objetivo: su propio éxito. Es una palabra horrible de usar en este contexto: éxito”, apunta Bolleau.
La turbia génesis de 'Silencio en el set'
“Me hicieron sentir que mi historia iba a ser escuchada y no fue así. Estaban más interesados en resucitar ese horrible metraje que en escuchar las experiencias de los supervivientes”, cuenta Nikolas por su parte, que afirma haberse quedado “lívida” cuando vio cómo usaban un clip de vídeo donde ella de niña aparece sexualizada. Bolleau, que afirma haber revivido el trauma por culpa de Silencio en el plató, pone como ejemplo clave de este “consentimiento fabricado” cómo las creadoras del documental manejaron el asunto de Bell.
“Supe que no podía confiar en ellos en cuanto vi esos cuatro episodios”. La revelación de que Bell sufrió abusos por parte de Brian Peck se utiliza como cliffhanger entre los episodios 2 y 3: era algo que Bolleau no sabía, y que le ha alterado mucho teniendo en cuenta su cercanía con el actor y todo el tiempo que el documental ha estado en desarrollo.
“Saber que estás a punto de revelar algo así, y ni siquiera te preocupas de la conversación real, ni siquiera de apoyar quién era entonces y en quién se convirtió, ¿cómo te atreves? Tuviste dos años. Tuviste dos años para darle forma. Dos años para desarrollarlo. Dos años para construir”.
Silencio en el plató mantuvo en la inopia a las víctimas sobre las auténticas implicaciones de lo que contaban. Hasta el punto de que a Bolleau, por ejemplo, le hicieron creer que la motivación de Investigation Discovery era mejorar las condiciones laborales tóxicas que enfrentan los niños: no tejer acusaciones concretas de pederastia.
“Reconstruyeron un relato al que solo tenían acceso ellos. La razón por la que nos mantuvieron a todos separados y sin conocer detalles concretos fue porque sabían que si nos reuníamos todos, empezaríamos a compartir e intercambiar experiencias y a averiguar qué es esto realmente y qué significa para nosotros”.
Bolleau, en retrospectiva, entiende que le mencionaran tanto a Peck durante sus encuentros con las realizadoras. “No dejaban de insistirme con Brian Peck. Yo les decía ‘escuchad, yo no sé nada de eso’. ‘Puedo hablar de mi propia historia y podemos profundizar mucho si quieres hacerlo. Pero si quieres hablar de eso y poner palabras en mi boca, no voy a decir nada que no haya experimentado. Y no voy a decir nada que creas que debo decir para apoyar lo que estás intentando crear, porque yo no soy así. Lo siento. Quizá no les gusté por eso”.
“Les reto a que emitan ahora mi entrevista entera”, añade. “Hay una parte en la que paro a Emma y le digo ‘oye Emma, ¿de qué va esto?’ ‘¿Es sobre Dan? ¿Es sobre Nickelodeon? ¿O es sobre The Amanda Show? Tienes que ayudarme a entenderlo porque las preguntas que me estás haciendo ahora mismo no coinciden con lo que hemos estado hablando durante el último año”. Tanto Bolleau como Nikolas afirman haberse sentido “acosadas”, y hubo un punto donde se alejaron del proyecto.
Curiosamente este punto es perceptible en la propia serie, ya que pasados unos cuantos capítulos los testimonios pierden presencia en favor de las propias Schwartz y Robertson. “Se creen que pueden hacer lo que quieran. Así se sentía Dan también... ¿qué diferencia hay entre ellos y Dan Schneider? No veo ninguna diferencia. Solo un cruce”, apunta Nikolas.
Antes del estreno de Silencio en el plató hubo quien pudo notar algo raro porque se organizó una proyección del primer episodio, y ni Bolleau ni Nikolas asistieron. Bolleau, más tarde, estalló en TikTok sobre esto y anticipó las revelaciones que más tarde haría a IndieWire: “Os diré cuál es mi problema con esta industria. Silencio en el plató hizo lo mismo que hace siempre la industria: Cogen lo que quieren de ti y ya está".
"Nunca pensaron que yo quisiera formar parte de una discusión así. ¿En serio? Esto ha sido algo muy, muy difícil de afrontar para mí. Esto es lo que ha sucedido en mi carrera una y otra vez. Esta industria no ha hecho más que perjudicarme a diestro y siniestro desde que era una niña”.
Las responsables de Silencio en el plató ya han respondido a las acusaciones de Bolleau y Nikolas, negándolo todo pero sin tampoco dar mucho detalle: “Siempre somos claras con cada participante sobre la naturaleza de nuestros proyectos”.
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