'South Park' arremete contra Disney y Lucasfilm por su inclusión de diversidad (y Gina Carano está encantada)

Recientemente Disney cumplió 100 años: todo un siglo de existencia que celebrará por todo lo alto con el próximo estreno de Wish mientras no pierde la esperanza de que este film enderece un poco el pabellón del estudio. Y es que estos 100 años no llegan en el mejor momento, con la Casa del Ratón llevando una larga racha de fracasos en taquilla o películas que no consiguen el cariño del público, mientras Disney+ pierde credibilidad como plataforma de streaming a pasos agigantados.

Con lo que no es mal momento para hacer leña del árbol caído, y South Park ha ido con ello a toda prisa. Recientemente llegaba a Paramount+ en EE.UU. Joining the Panderverse, un especial de 47 minutos donde Matt Stone y Trey Parker se burlan del estado actual de Disney, combinando la burla por sus fracasos en taquilla con la polémica gestión de Kathleen Kennedy al frente de Lucasfilm, los esfuerzos por incluir diversidad en sus producciones y otros temas aledaños como el odio en Internet o la actual afluencia de películas dedicadas al multiverso.

¿Cómo logra South Park aunarlo todo? Pues Cartman teme que le vayan a sustituir por una “mujer diversa” mientras “las acciones de Disney siguen bajando”. En efecto le reemplazan por una mujer y le envían a un universo alternativo. Los amigos de Cartman se quejan de que el cambio no tiene sentido, y entonces les acusan de intolerantes. “Si no crees que Cartman pueda ser una mujer negra entonces quizá el problema seas tú. Probablemente no os guste tampoco que haya un Spiderman negro”, les dicen en clara alusión a Miles Morales.

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Un personaje que, sin embargo, los niños de South Park aseguran que les gusta. El especial da paso a una reunión en Disney donde Bob Iger (actual CEO) lamenta que estas estrategias no estén funcionando para remontar el vuelo económicamente, y una Kennedy enloquecida dice “pon una tía aquí, hazla coja y gay” para todos los proyectos. Hasta que de pronto se encuentran con la verdadera Kennedy, y la presidenta de Lucasfilm habla de todo el odio que ha recibido en estos años al frente de Star Wars.

Cartman se siente responsable de esto: “Siento haber escrito todas esas cartas. Supongo que despotricar todo el tiempo contra cosas woke también es bastante perezoso”. Hacia el final, por tanto, South Park también asume que las quejas contra estos supuestos esfuerzos de Disney son igualmente excesivas, lo que no ha impedido que voces conservadoras aplaudan el capítulo. Elon Musk, por ejemplo, ha tuiteado un par de veces sobre el especial, visiblemente divertido.

Aunque la reacción más ruidosa ha sido la de Gina Carano. Ella tiene una cuenta pendiente con Kennedy desde que le despidieran de The Mandalorian por sus opiniones políticas. De este modo ha tuiteado extensivamente, y anticipándose a lo que parece creer que va a ocurrir: “Esta es la parte en la que Kennedy exige que los youtubers sean censurados por compartir y reírse con este episodio hilarante (...) luego hará que sus publicistas se aseguren de que Variety y Hollywood Reporter publiquen artículos sobre los creadores de South Park y sus familias manchando sus nombres a través de cada idiota útil que vendería su alma para trabajar en la saga de George Lucas”.

“Convocará a su mafia online para repetir que los creadores de South Park son racistas, intolerantes, tránsfobos, y exigirá a los creadores de South Park que se disculpen públicamente utilizando solo palabras que ella aprueba y, finalmente, exigirá que se sometan a un curso de reeducación de 45 personas en la comunidad lbgtq zoom llamada a sentarse allí y escuchar cómo ha herido sus sentimientos este capítulo de South Park”, concluye. Con lo que el empeño de South Park por también criticar la reacción conservadora no había cuajado del todo, y tiene sentido puesto que su crítica tampoco es que esté bien encaminada.

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Kennedy, señalada como responsable de todo este “entramado woke”, tampoco tiene mayor responsabilidad en aquello de lo que se queja Cartman. Más allá de las controversias de la trilogía de secuelas, las series que ha auspiciado para Disney+ (The Mandalorian y Andor sobre todo) han sido alabadas de forma unánime, si bien Indiana Jones y el dial del destino (a cargo de Lucasfilm) sí es el mayor fracaso del año para Disney. Por otra parte, los esfuerzos de inclusión son extensibles a otros rincones de Disney, pero el hecho de que Kevin Feige o el propio Iger se hayan librado del vitriolo ilustra que, quizá, fijar a Kennedy como objetivo se nutre de ese mismo odio misógino que South Park critica levemente.

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