Sofía Vergara estrena el proyecto más difícil de su vida: "No me podía creer que esa mujer colombiana, que somos tan buenas, existiera"

La colombiana protagoniza 'Griselda', en la que da vida a la reina de la cocaína Griselda Blanco. Estos son los desafíos a los que ha tenido que hacer frente. 
Sofía Vergara en 'Griselda'
Sofía Vergara en 'Griselda'
Cinemanía
Sofía Vergara en 'Griselda'
Sofía Vergara desvela lo difícil que ha sido interpretar ‘Griselda’

Sofía Vergara quería contar la historia de Griselda Blanco antes incluso de que Narcos llegara a Netflix y arrasara con todo. La actriz había quedado fascinada con la historia real de esta narcotraficante colombiana que dirigió la compraventa de la cocaína en Miami, fue cabecilla del cártel de Medellín y ejerció de mentora de Pablo Escobar. 

El patrón del mal llegaría a asegurar que solo había habido una persona a la que había temido en toda su vida, y era una mujer llamada Griselda Blanco. Apodada 'la madrina' o 'viuda negra', Blanco forjó un imperio con el tráfico de cocaína de Colombia a EEUU y se convirtió en una narcotraficante poderosa y temida a partes iguales, al no temblarle el pulso a la hora de acabar con sus enemigos. 

En nuestro encuentro con la actriz, Vergara asegura que quiso contar la historia de Blanco nada más conocerla: "Yo no sabía, y soy colombiana, que había existido en la vida real una mujer en ese negocio tan brutal y a ese nivel, con esos hombres. Una mujer que estaba criando cuatro hijos. Yo no me podía ni creer que esa mujer colombiana, que somos tan buenas, existiera".

Tras el éxito de Narcos, Vergara se puso en contacto con su creador, Eric Newman, para pedirle que colaborara con ella en la puesta en marcha de una serie sobre este personaje. A ellos terminó sumándose el director Andrés Baiz, que en aquel momento trabajaba con Newman en Narcos, creando el triunvirato detrás de Griselda. 

Sofía Vergara y el dilema moral de interpretar a Griselda Blanco

Sofía Vergara en 'Griselda'
Sofía Vergara en 'Griselda'
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Como decíamos, Sofía Vergara ha pasado años tratando de sacar adelante esta apuesta. Newman aún recuerda aquella llamada de la actriz en 2017, durante la producción de Narcos, pidiéndole que se uniera a ella en este proyecto. "Griselda siempre nos interesó, pero no sabíamos cómo meterla en Narcos porque merecía más espacio del que podíamos darle", nos cuenta el creador.

Así, Newman no dudó en embarcarse en una ficción que le permitiría ahondar en la figura de la narcotraficante. Curiosamente, esta miniserie de seis episodios bien podría funcionar como precuela de Narcos ya que nos traslada a los años 70 y 80, cuando Blanco engendró en Miami su imperio de la cocaína, no sin antes enfrentarse a los capos que dominaban la ciudad y sus prejuicios machistas.

Sin embargo, Baiz asegura que lo que le atrajo del proyecto fue lo diferente que era de la apuesta sobre Escobar: "Narcos era una historia mucho más política acerca de la guerra contra las drogas. En cambio, Griselda es mucho más íntima, más centrada en el personaje; tenemos a una mujer en el centro de todo, en Miami, en un mundo muy masculino que trata de bajarla todo el tiempo". 

A Vergara, por su parte, le tocó encontrar la forma de dar vida a esta mujer, Griselda, confiando para empezar en la espectacular transformación física que la alejó todo lo posible de ella misma y de Gloria Pritchett, el personaje que la lanzó a la fama en Modern Family: "No quiero que la gente vea la serie y diga: 'Esa es Gloria, lo único es que tiene una nariz de plástico pegada'. Eso me daba muchísimo miedo al comienzo".

Este papel no solo suponía un drástico cambio físico y de registro para la actriz, acostumbrada a trabajar en la comedia y en inglés. También traía consigo la dificultad de meterse en la piel de una sanguinaria narcotraficante, conocida por masacrar enemigos y matar supuestamente a sus maridos. 

"El dilema siempre está ahí", nos cuenta Vergara sobre cómo abordó la parte más oscura de Griselda: "Pero había muchísimas cosas con las que yo conectaba: ser mujer, ser madre, una inmigrante, tener responsabilidades y tener que salir adelante sola". 

"No se puede justificar cómo terminó y todo lo que hizo, pero era una mujer, una madre, una amiga", afirma sobre su acercamiento a Blanco: "También sentía que lo podía hacer porque yo viví en Colombia durante el narcotráfico, mi hermano era parte del negocio y murió, así que me identificaba con muchísimas cosas". 

Sofía Vergara y el complicado rodaje de 'Griselda'

Fotograma de 'Griselda'
Fotograma de 'Griselda'
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Pese a que Griselda Blanco tuvo una vida de película de principio a fin, la serie solo abarca su ascenso y caída como jefa del narcotráfico en Miami en los años 70 y 80. ¿Por qué optaron los creadores por ese momento preciso? "Miami fue el principio del fin para ella, allí se convirtió en la reina de la droga", explica Newman: "Para nosotros era la época más emocionante, esa Miami de la cocaína en los 80 que no se ha llevado a la pantalla desde Miami Vice".

Además, situar la trama en esta época les permitió enfrentar a Griselda con otra mujer, June Hawkins (Juliana Aidén Martinez), la agente que dio caza a la protagonista. "Son dos personajes similares con historias similares, pero que eligieron diferentes caminos", dice Newman de Blanco y Hawkins: "June llegó a Miami en la misma época y se unió al departamento de policía de la ciudad, un entorno machista, dominado por hombres, en el que también la subestimaban". 

Así, la nueva apuesta de Netflix nos traslada a una Miami corrupta, ansiosa de poder y muy masculina, donde dos mujeres tratan de abrirse camino, cada una desde un lado de la ley. Para Vergara, que ha afirmado en numerosas ocasiones que en los 12 años que rodó Modern Family siempre volvía feliz a casa, la producción de esta ficción ha supuesto un desafío profesional. 

Pese a que el rodaje ha sido "entretenido", la colombiana también reconoce que ha sido "duro" interpretar a Griselda Blanco: "Llegaba cansadísima y horrible", recuerda de los días de rodaje: "Después de 16 horas de tener todas esas cosas pegadas en la cara, no me lo podía quitar e ir a tomar algo con mis amigos".

"Terminaba como una loca, cansadísima y muy afectada porque las escenas eran de gritar, de pelear, de que te estaban asfixiando", ha añadido: "Me tenía que tomar algo para dormir y levantarme muy temprano. Durante esos seis meses, no tuve una vida común y corriente".

Sin duda, Griselda es un proyecto determinante en la carrera de Vergara, que demuestra en la piel de Blanco lo bien que domina el drama. Pero, además, esta serie es la culminación de un deseo que la actriz ha perseguido y por el que ha luchado durante años: contar la historia de la única persona que temió Pablo Escobar. Qué lejos queda Gloria Pritchett. 

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