La huella que dejó Juego de tronos en la televisión y el streaming es prácticamente imborrable. Desde su final se ha buscado una digna sucesora, dando lugar en ocasiones a comparaciones incluso forzadas. Prácticamente todos los grandes proyectos de los últimos años han estado en algún momento a la sombra del gran éxito de HBO, aunque sus temáticas no sean parecidas ni por asomo.
Shogun, uno de los grandes proyectos de Disney+ en 2024, también ha sido colocada frente al espejo de Juego de tronos, aunque parecía más justificado. Esta nueva serie tiene intrigas políticas, luchas de poder y violencia, aunque no ocurre en un mundo de fantasía, sino que tiene lugar en el Japón feudal del año 1600.
No todo el mundo está de acuerdo con esta comparación. Jonathan van Tulleken, director de los dos primeros capítulos de Shogun, cree que la gente está equivocada. Por la esencia de la adaptación televisiva del libro homónimo de James Clavell, sería mejor buscar las semejanzas con otros grandes éxitos de los últimos años.
"Es una pieza centrada en los personajes, y sobre todo en la intriga. Es un mundo peligroso donde la violencia puede venir de cualquier lado, pero el verdadero peligro son las maquinaciones. Una conversación puede ser más peligrosa que cualquier otra cosa. Una mejor comparación (que Juego de tronos) sería Succession o House of Cards", explicó el cineasta en la BBC (vía Deadline).
Los dos casos son ejemplos de series donde los diálogos son el eje central de la trama. Succession (HBO Max) escenifica las rivalidades dentro una familia que lucha por heredar el imperio empresarial del padre, y House of Cards fue uno de los primeros grandes éxitos de Netflix que retrató con mucha agudeza las pugnas por el poder en las altas esferas políticas de Estados Unidos.
Juego de tronos, por otro lado, conquistó a medio mundo con las intrigas de Poniente, dentro de un mundo de fantasía creado por George R.R. Martin en el que las grandes casas de los Siete Reinos anhelaban el Trono de Hierro. Aquí, las palabras y las conversaciones eran muy importantes, pero también contaba con mucha violencia, lujuria e incluso magia.
Jonathan van Tulleken prefiere desmarcarse de esta última serie, ya que considera que en Shogun todo se cocina de otra manera. Es la historia de un país al borde de la guerra civil, en la que los señores feudales de Japón luchan por el poder. La llegada de un barco europeo es una pieza inesperada pero fundamental en un tablero sobre el que se derrama sangre, pero cuyo principal motor es la conspiración política.
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