Lucy Hale ocultó sus problemas con el alcohol a sus compañeras de 'Pequeñas mentirosas' y fue a rehabilitación durante el rodaje

La actriz Lucy Hale, conocida por su papel de Aria Montgomery en las siete temporadas de Pequeñas mentirosas (2010-2017), está sincerándose y hablando cada vez con más detalle de la lucha contra el alcoholismo y otras adicciones que le han atenazado durante el grueso de su carrera profesional.

En 2022 confesó sus problemas con el alcohol y el pasado mes de febrero celebró públicamente su primer año de sobriedad, pero ha sido en una entrevista reciente dentro del podcast Call Her Daddy cuando la actriz estadounidense ha dado más detalles sobre una adicción que la ha acompañado durante la mayor parte de su vida.

"La primera vez [que probé el alcohol] debía de tener probablemente 12 o 13 años. Estaba en Florida, de vacaciones... y bebimos licor de manzana", recuerda. "Tenía 12 años y perdí el conocimiento. No recuerdo lo que ocurrió. Vomité y me puse muy mala". Tras una adolescencia de beber "esporádicamente", el problema empezó a hacerse evidente en esos mismos años.

"Recuerdo sentir vergüenza después de cada experiencia porque mi forma de beber nunca fue normal. Cada vez que bebía alcohol estaba claro que era para escapar de algo, incluso aunque fuera tan joven", afirma la actriz. "No me di cuenta de que tenía un problema hasta la veintena".

Lucy Hale en rehabilitación

Pequeñas mentirosas se mantuvo en antena con notable éxito entre el público juvenil entre 2010 y 2017, precisamente la época de mayor adicción para Hale, que entonces tenía entre 21 y 28 años. "Fui a rehabilitación cuando tenía 23 años", confiesa en el podcast, explicando que se aseguró de que ninguna de sus compañeras de la serie fuese consciente de su problema ni de sus intentos para remediarlo.

La actriz reconoce que la bebida le ha generado severos problemas al relacionarse y que varias parejas le llamaron la atención sobre su dependencia del alcohol. Intentó varios tratamientos, sin conseguir que ninguno funcionara, en parte por su nivel de exposición como famosa y con un círculo social proclive a las mismas adicciones (una dimensión del mundo del espectáculo que Idris Elba también ha señalado recientemente).

Finalmente, Hale consiguió parar. Reconoce que la pandemia de covid  le ayudó a quedarse en casa y mantener un perfil bajo, hasta alcanzar oficialmente la sobriedad a los 32 años. "Estaba profundamente avergonzada de mí misma y las decisiones que tomaba, de la persona que era cuando bebía", afirma ahora que está aprovechando para reconectar con antiguas amistades y recuperar su vida. "Es la mejor sensación del mundo sentirte despejada y sintiéndote bien".

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