Sofía Vergara odió hacer estas escenas en 'Griselda': “Quería matar al director”

La actriz cambia por completo de registro en su nueva serie para Netflix, en la que da vida a la temida jefa del narcotráfico Griselda Blanco. 
Sofía Vergara como Griselda Blanco en 'Griselda'
Sofía Vergara como Griselda Blanco en 'Griselda'
Cinemanía
Sofía Vergara como Griselda Blanco en 'Griselda'
Sofía Vergara y las escenas que más odió rodar en ‘Griselda’

[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE GRISELDA]

Han pasado cuatro años desde que Sofía Vergara se bajó de los taconazos de Gloria Pritchett en Modern Family, la longeva sitcom que la catapultó a la fama internacional y que la convirtió en una de las actrices más queridas (y mejor pagadas) de la pequeña pantalla. 

La serie también la confirmó como una intérprete destacada dentro del género de la comedia, a la que continuó regresando en películas como Chef (2014) o ¡Pisándonos los tacones! (2015). Sin embargo, en su nueva serie para Netflix, también producida por ella, Vergara se atreve con el drama para llevar a la pantalla la historia real de la narcotraficante colombiana Griselda Blanco.

Griselda recupera los años dorados de la reina de la cocaína después de que esta huya de Colombia e instaure su imperio en Miami. La actriz ha reconocido que, durante las 11 temporadas que duró Modern Family, siempre volvía feliz a casa del rodaje. Sin embargo, la experiencia en la piel de Griselda ha sido muy diferente. 

En su entrevista para CINEMANÍA, la colombiana nos cuenta que protagonizar Griselda ha sido muy exigente: "Después de rodar, llegaba cansadísima y horrible. Tras 16 horas con todas esas cosas pegadas en la cara [en referencia a las prótesis], no era como que me las podía quitar e irme a tomarme algo con mis amigos. Me tocaba bañarme”. 

"Terminaba el rodaje como una loca, cansadísima y muy afectada porque las escenas eran de gritar, de pelear, de que te estaban asfixiando", recuerda: "No me podía ir a dormir tranquila; me tenía que tomar algo para dormir y levantarme muy temprano. Durante esos seis meses, no tuve una vida común y corriente".

Sofía Vergara odiaba estas escenas de 'Griselda'

Fotograma de 'Griselda'
Fotograma de 'Griselda'
Cinemanía

Griselda ha sido un proyecto "difícil, pero entretenido", según la propia actriz. Más allá de una transformación física que la dejaba irreconocible y la intensidad de la historia que estaba contado, la colombiana también tuvo que aprender a esnifar coca y a fumar para el papel.

Blanco, además de ser una temida jefa del narcotráfico y cabecilla del cártel de Medellín, consumía su propia mercancía y llevaba una vida de excesos. De ahí que Andrés Baiz, director y cocreador con Eric Newman de la serie, tuviera que enseñar a Vergara a consumir cocaína y fumar, algo que la actriz jamás había hecho. 

Es más, una de las escenas que más se repite en la ficción muestra a la protagonista sentada en diferentes lugares, dibujando con su cigarro siluetas de personas y situaciones que ocurren frente a ella. Al preguntarle al respecto, Vergara admite que detestaba hacer estas escenas. 

"Eso no tuvo nada que ver conmigo, la verdad, y era de las partes más difíciles y que yo más odiaba filmar", nos cuenta: "Lo odiaba. Fue un invento del director, Andi, que es muy artístico y es un genio. Pero yo lo quería matar porque, por lo general, me hacía hacer eso en las noches más largas, tipo 04:00h de la mañana, cuando ya no había nadie más, solo yo, y me hacía hacer eso y yo lo quería matar". 

"No es tan fácil como parece. Para que la cámara tome ese ángulo, tú realmente no lo estás haciendo como si lo vieras", explica la actriz: "Tienes que hacerlo desde otro lado, era complicadísimo. Cada vez que él decía: 'Bueno, ahora el cigarrillo', lo quería asesinar".  

Para Vergara, Griselda es un proyecto que llevaba años tratando de sacar adelante como productora, pero también un reto como actriz. Como decíamos, más allá de la transformación física y su aproximación a un personaje opuesto a ella, ha tenido que meterse en la piel de una narcotraficante muy poderosa y una temida asesina. 

"El dilema siempre está ahí", nos dice, antes de explicar que lo que le permitió acercarse a la protagonista fue su vida más personal e íntima: "Había muchísimas cosas con las que yo conectaba: ser mujer, ser madre e inmigrante, tener responsabilidades y tener que salir adelante sola". 

"No se puede justificar cómo terminó y todo lo que hizo, pero sentía que lo podía interpretar porque era una mujer, una madre, una amiga", afirma: "Yo viví en Colombia durante el narcotráfico, mi hermano era parte de ese negocio y murió, así que me sentía muy identificada con muchísimas cosas".

Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento