Adónde va 'The Last of Us': final explicado de la primera temporada y qué esperar de la segunda

La aclamada adaptación del videojuego de Naughty Dog llega a un desenlace previsiblemente impactante.
Bella Ramsey en el último episodio de 'The Last of Us'
Bella Ramsey en el último episodio de 'The Last of Us'
HBO
Bella Ramsey en el último episodio de 'The Last of Us'

[Este artículo contiene SPOILERS del final de 'THE LAST OF US']

En los últimos años toda una legión de jugadores se ha obsesionado con la última palabra que se escuchaba en el videojuego The Last of Us. Era un “ok” que decía Ellie justo después de que Joel le dijera una horrible mentira. En torno a este engaño, y a la actitud de Ellie, Naughty Dog  llevaba la historia a unas cotas de tragedia existencial, de gran drama humano, como pocas veces se habían atisbado en el medio.

El episodio final de The Last of Us, la serie de HBO que adapta el juego con todo lujo de detalles, también ha cerrado con ese “vale”. Ahora es Pedro Pascal quien miente y Bella Ramsey quien responde, tras un clímax devastador que se ha ejecutado de forma fidedigna a lo visto en las consolas. Ahora bien, ¿cuál es el sentido último de esta escena? ¿Y qué nos dice de cara a una segunda temporada que HBO ya ha confirmado?

La decisión de Joel

Un motivo clave de por qué en el videojuego es tan impactante la escena radica en que hemos controlado a Joel poco antes, abriéndonos paso por el hospital de los Luciérnagas a tiros hasta dar con Ellie y sacarla de ahí. Tras un viaje a lo largo de EE.UU. donde Joel y Ellie han creado unos fuertes lazos paternofiliales, en Salt Lake City Joel descubre que Ellie debe ser sacrificada para que su inmunidad contra el cordyceps conduzca a la fabricación de una vacuna. Cuando lo descubre, Ellie está inconsciente y a punto de pasar por cirugía.

Joel no acepta que Ellie deba morir, así que traiciona a los Luciérnagas. Una traición si cabe más dolorosa porque también está traicionando a Ellie: Joel sabe que ella estaría dispuesta a ese sacrificio, pero le niega la oportunidad de decidir para matarlos a todos y luego mentir diciendo que no han encontrado forma de fabricar vacuna alguna. El tema central de The Last of Us, sobre hasta dónde podemos llegar para retener a nuestro lado a las personas amadas, explota en este clímax.

El episodio, dirigido por Ali Abbasi, adapta religiosamente estos giros. Alarga además el diálogo entre Joel y Ellie a punto de llegar a Jackson, con Joel reflexionando sobre lo mucho que se parece a Sarah, su hija muerta, en cuanto al sentido del humor. Pero, como es costumbre en la serie, también tiene torpezas: el frenesí asesino de Joel se antoja demasiado videojueguero, con el protagonista armándose con una ametralladora al igual que ocurría en la consola, y no tiene un final tan potente como ahí.

Joel y Ellie en 'The Last of Us. Parte 1'
Joel y Ellie en 'The Last of Us. Parte 1'
Naughty Dog

Porque jugando en la piel de Joel, Naughty Dog nos colocaba en una situación endiablada al irrumpir en el quirófano. Ahí era obligatorio asesinar al cirujano jefe que amenazaba con un bisturí, pero no a sus compañeros. Ellos estaban desarmados. Y el juego nos daba la oportunidad de, si habíamos hecho nuestra la furia de Joel, dispararlos igualmente. De una forma tan sencilla a la vez que demoledora lograba que nos replanteáramos nuestra relación con el protagonista, para luego descubrir que este egoísmo se extendía hasta mentir a Ellie a la cara.

La serie no puede manejar estos significantes, pero igualmente cuenta con que llevamos más de diez horas acompañando a Joel y disfrutando de la interpretación de Pedro Pascal. El impacto se conserva en buena medida, y hace partícipe al espectador sea cual sea su bagaje de lo comprometida que ha quedado la relación Joel-Ellie. Van a iniciar una nueva vida en Jackson, pero es una vida sustentada en una mentira.

Lo peor de ese “vale” es que deja entrever que Ellie lo intuye. Y aún así tiene tanto miedo de quedarse sola (como ha verbalizado en la serie una y otra vez) que se esfuerza por creer a Joel. Porque hay un amor honesto entre ambos, pero es un amor que no ha podido sobreponerse al dolor y fatalidad de ese mundo postapocalíptico. Esa es la tragedia de The Last of Us y es una tragedia que irá a más en los próximos episodios, como ya sabe quien haya jugado a The Last of Us Parte II.

¿Y ahora qué?

[Ligeros spoilers del videojuego The Last of Us Parte II a partir de aquí]

Cuando Joel mata al cirujano jefe, la cámara le dedica un breve plano a su cuerpo exánime. Es lo más parecido a un cliffhanger en este capítulo, pues poco después prefiere cerrar con el contraplano de Ellie a las puertas de Jackson. Un cliffhanger, ¿hacia dónde? Neil Druckmann y Craig Mazin han confirmado que la segunda temporada de The Last of Us adaptará The Last of Us Parte II, así que no cabe duda de que ese cirujano muerto es tan importante en la serie como lo era en el videojuego.

Es quien conduce directamente a los acontecimientos de la secuela.

Ese cirujano tiene una hija, llamada Abby. Es la coprotagonista de The Last of Us Parte II, y en el momento de la llegada de Joel y Ellie a Salt Lake City es una joven miembro de los Luciérnagas. Su padre, Jerry Anderson, es quien descubre cómo fabricar la vacuna a partir del cuerpo de Ellie, y recibe el encargo de Marlene (Merle Dandridge, tanto en el videojuego como en la serie) de hacer el sacrificio. 

Preparémonos para conocer a Abby
Preparémonos para conocer a Abby
Naughty Dog

Abby no solo se encuentra con un padre muerto entonces, sino también con la asunción de que ahora no hay forma de frenar el cordyceps. La serie de The Last of Us, como hace el juego y aunque no lo hayamos percibido en ese momento, está modulando la sed de venganza de un personaje aún por presentar, pero que será básico en el desarrollo de la segunda temporada. Una que aparentemente Druckmann y Mazin querrán adaptar con la misma lealtad obsesiva con que han adaptado el primer juego, aunque quizá haya que matizar algo.

Druckmann y Mazin han desarrollado The Last of Us como una adaptación mimética del juego homónimo, sin que eso signifique que le hayan dado la espalda a The Last of Us. Parte II. Al contrario. La experiencia de Druckmann escribiendo y dirigiendo este último videojuego ha sido determinante para planificar la serie de HBO, de forma que aun antes de este episodio trascendental se hayan dado otros rincones que remitían a la secuela.

El cine de Jackson
El cine de Jackson
HBO

Lo más evidente es el asunto de Jackson. En el juego Joel y Ellie no tienen que visitar Jackson para hablar con Tommy y Maria: se encuentran en un lugar intermedio, y lo único que vemos de Jackson es lo que se divisa en la lejanía cuando los protagonistas vuelven de Salt Lake City. De modo que lo visto en el episodio 6 (Familia) se extrae de unas calles de Jackson que solo vislumbramos en su totalidad dentro de The Last of Us Parte II.

Reubicando esta comuna en TV, Druckmann y Mazin no pudieron resistirse a que hiciera un cameo un personaje vital para la trama de The Last of Us Parte II: Dina. Dina es la pareja de Ellie en la secuela del juego y quien le acompaña durante buena parte del nuevo viaje que inicia; ambas viven en Jackson y se conocen desde que Ellie llegara con Joel al lugar. La serie nos muestra cómo fue este primer encuentro, a cuenta de una joven (interpretada por Paolina van Kleef) que espía a Ellie en el comedor.

Un easter egg sin mayor importancia, pero que refuerza la estrategia de Druckmann y Mazin: adaptar The Last of Us no como juegos separados, sino como un todo. Lo que nos lleva a cuestiones más sutiles. The Last of Us Parte II, entre muchas otras cosas, probó a reajustar el tremendismo pesimista de la primera entrega de forma que pudiera mostrar rincones para la esperanza. Jackson, como asentamiento pacífico donde la sociedad se ha reorganizado, es un ejemplo. El aclamado episodio de Bill y Frank (Nick Offerman y Murray Bartlett) es otro.

El culto de los serafitas tendría un papel de importancia en la segunda temporada
El culto de los serafitas tendría un papel de importancia en la segunda temporada
Naughty Dog

Siguiendo estas correspondencias, que sobre todo atinan a blindar los temas de la historia (es posible que la decisión de Joel, gracias a subrayados y anticipaciones previas, no haya causado el mismo impacto en TV que en PlayStation), el culto religioso que ha pasado a liderar David (Scott Shepherd) bien puede remitir a los sefaritas: una secta de Seattle que también será fundamental en la trama de The Last of Us 2.

Y aún hay más. El cuarto y quinto episodio de The Last of Us presentaron a Kathleen (Melanie Lynskey), la líder de una milicia de Kansas City que busca obsesivamente a Henry (Lamar Johnson). Henry vendió al hermano de Kathleen a FEDRA, provocando su muerte, con el fin de conseguir medicinas para su hermano Sam (Keivonn Woodard). Henry traicionó a una causa por el amor de un ser querido, provocando la muerte del ser querido de una mujer que ahora busca vengarse.

Melanie Lynskey como Kathleen en 'The Last of Us'.
Melanie Lynskey como Kathleen en 'The Last of Us'.
HBO Max

Joel hizo algo similar, condenando a la humanidad por salvar la vida de Ellie, y en plena condena mató al padre de Abby provocando la sed de venganza de esta. Kathleen, Henry y Sam forman el reflejo profético de la trama que centraría por entero la segunda temporada de The Last of Us. Con lo que llegamos a la conclusión de que todo está ya, de alguna manera, en los episodios que hemos visto. Lo que está por ver es si la segunda temporada es capaz de construir a partir de ahí. 

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