[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE AHSOKA]
Desde el lanzamiento de Disney+, el universo de Star Wars en pequeña pantalla no ha dejado de crecer gracias a fenómenos como The Mandalorian y series tan destacables como Andor y la reciente Ahsoka. Sin duda, la apuesta capitaneada por la togruta de Rosario Dawson ha cumplido con las exigentes expectativas del público warsie dando continuidad a la animada Star Wars Rebels.
En agosto, la nueva ficción llegaba a la plataforma con la heroína de Dawson embarcándose en una misión especialmente peliaguda. La protagonista se aliaba con su padawan Sabine Wren (Natasha Liu Bordizzo) para evitar el regreso del Gran Almirante Thrawn (Lars Mikkelsen) y rescatar a su amigo Ezra Bridger (Eman Esfandi).
Como los fans de Rebels bien saben, durante la liberación de Lothal, Bridger se alió con los purrgil y se sacrificó lanzándose al hiperespacio con el Gran Almirante y su flota para que así estos fueran expulsados de la galaxia. Ahsoka desveló que héroe y villano fueron a parar a Peridea, antiguo mundo extragaláctico de los Dathomir.
Allí nos ha desplazado la ficción en sus últimos episodios, con Thrawn y su flota preparándose para escapar de su destierro, y Ahsoka reuniéndose con Sabine y Ezra. Disney+ ha estrenado hoy La Jedi, la bruja y el caudillo, octavo y último episodio de la apuesta, dirigido por Rick Famuyiwa. Esto es todo lo que ha pasado y su importancia en el futuro de la saga.
Los troopers nocturnos de Thrawn
Ahsoka finaliza con un episodio de menos de una hora en el que la protagonista, Ezra y Sabine tratan de evitar que Thrawn escape de Peridea mientras este intenta obstaculizar su camino. Se trata de un final con la dosis justa de acción y emoción, sin escena postcréditos, un desenlace que cierra tramas pero deja muchas incógnitas por resolver.
Durante el episodio, asistimos al acercamiento entre Ahsoka y Sabine, y descubrimos por qué la togruta dejó de entrenar a su aprendiz en el manejo de la Fuerza: temía que la mandaloriana se volviera peligrosa al desbloquear su potencias tras la purga de Mandalore. Además, Ezra les cuenta cómo Thrawn despertó a las Grandes Madres, reconstruyó su nave y creó su fortaleza al llegar a Peridea.
Tras sobrevivir a dos cazas de Thrawn, Ahsoka, Sabine y Ezra consiguen llegar a la fortaleza del villano, donde los espera el escuadrón de los troopers nocturnos de Thrawn. Inicialmente, no son rivales para los tres guerreros y sus sables de luz (Ezra se ha construido uno nuevo en color azul).
Sin embargo, el almirante cuenta con las poderosas Grandes Madres para que resuciten a los soldados caídos. Sí, finalmente Star Wars ha presentado a sus stormtroopers zombis para sorpresa de Ahsoka, Sabine y Ezra, quienes terminan por sellar las puertas para huir de ellos y poder llegar a Thrawn.
Morgan Elsbeth y la espada de Talzin
Es entonces cuando Thrawn envía otro contrincante: Morgan Elsbeth (Diana Lee Inosanto), que ha recibido los poderes de las Grandes Madres y ahora empuña la espada de Talzin. El arma apareció en la serie Las Guerras Clon y perteneció a Talzin, madre de Darth Maul.
Ahsoka se enfrenta a Morgan en una espectacular pelea en la fortaleza del almirante mientras el Quimera, el destructor estelar de Thrawn, se prepara para saltar al hiperespacio. Sabine impulsa a Ezra a la nave con el poder de la Fuerza, pero, en lugar de seguirle, decide quedarse en la fortaleza y ayudar a Ahsoka a vencer a Morgan y los soldados de Thrawn.
Pese a sus mejores intentos, Sabine y Ahsoka no alcanzan al villano en su salto al hiperespacio y este consigue regresar a la galaxia lejana con sus troopers nocturnos y las Grandes Madres. En los últimos minutos del episodio, lo vemos aproximarse a Dathomir, desde donde pretende restaurar el Imperio.
En cuanto a Ezra, él también logra regresar a casa en la nave de Thrawn, pero pronto huye de ahí y va al encuentro de Chopper y Hera (Mary Elizabeth Winstead). En Peridea, nos despiden Shin Hati (Ivanna Sakhno); su maestro Baylan Skoll (Ray Stevenson), en busca de un poder que recogen las leyendas Jedi; y Ahsoka, Huyang y Sabine, adaptándose a su nueva vida con los Noti.
Justo al final del capítulo, Sabine cree ver algo en el horizonte. Cuando ambas se alejan, el espectador se reencuentra con el fantasma de la Fuerza de Anakin Skywalker (Hayden Christensen) observándolas.
Cabos sueltos y el universo de Dave Filoni
Sin duda, la serie se despide con tramas inconclusas que Dave Filoni, el protegido de George Lucas y artífice del universo warsie en televisión, seguirá explorando en una segunda temporada, en otra apuesta del mismo universo o incluso en su película de Star Wars.
El creador estará al frente de una de las nuevas producciones cinematográficas de la franquicia, un proyecto que se espera que reúna a personajes de Ahsoka y The Mandalorian. De momento, sabemos que la trama tratará sobre la Nueva República y culminará las historias interconectadas de sus series.
Sea como fuere, el futuro galáctico tendrá que responder a los interrogantes que ha dejado Ahsoka. ¿Qué pasará con Thrawn ahora que ha vuelto para restaurar el Imperio? ¿Conseguirán Sabine y Ahsoka regresar a casa, tal vez con ayuda de Ezra y Hera? ¿Qué hará la Nueva República ante la amenaza real del almirante? ¿Y a qué vienen esas estatuas que nos muestra Baylan al final del episodio?
Después del fallecimiento en verano de Stevenson, lo más probable es que el arco de su personaje quede inconcluso, pero la búsqueda de este en Peridea podría tener continuidad. Al fin y al cabo, tal y como recoge EW, las estatuas gigantes representan a los dioses Mortis, también conocidos como los Únicos, seres introducidos en la serie Las Guerras Clon y con una conexión profunda con la Fuerza.
Si echamos un vistazo a ese último plano de Baylan en Ahsoka, a su derecha se sitúa la figura del Hijo, reflejo del Lado Oscuro, y en la izquierda vemos la estatua casi destruida de la Hija, que representa el Lado luminoso. El personaje está sobre la mano del Padre, el equilibrio entre ambas Fuerzas.
Cabe destacar que los Únicos también tienen vínculos con el mundo entre mundos, la dimensión en la que se reencontraron Ahsoka y Anakin en la serie, un espacio que el universo capitaneado por Filoni podría seguir explorando en el futuro.
Ahsoka ha convencido: ha heredado el espíritu aventurero e innovador de Rebels, pero sin desligarse del todo de los Skywalker (ejem, Anakin), con sus dilemas morales y la siempre complicada pero socorrida relación aprendiz-maestro. Tocará ser pacientes y esperar a ver cómo evoluciona la prolífica saga galáctica, pero, sin duda, los protagonistas de esta serie aún no han dicho la última palabra.
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