Serán sus rasgos o será su gesto, pero es lo que hay: desde los días de Platoon, Willem Dafoe es uno de esos actores que nos provocan inquietud y mal rollo con solo verle. Yorgos Lanthimos (Canino, La favorita) ha aprovechado eso a fondo: en lugar de enviar a Dafoe a un campamento militar o a un coaching de voz, el cineasta griego le hizo someterse a un cursillo de preparación de cadáveres.
En Pobres criaturas, el filme de Lanthimos que protagoniza junto a Mark Ruffalo y Emma Stone, Dafoe da vida a un científico loco que reanima a los muertos como si de un doctor Frankenstein se tratara. Aficionado a preparar a sus actores de forma heterodoxa, el director quiso que se metiera a fondo en el papel, junto a su compañero de reparto Ramy Youssef.
"Fue algo así como: 'Mark [Ruffalo] va a ir a clases de dicción, Emma va a clases de baile, Willem y yo iremos a la escuela de enterradores y nos juntaremos a la hora del almuerzo", recuerda Youssef en IndieWire. La escuela en cuestión, añade, está especializada en autopsias y embalsamamientos, empleando técnicas del siglo XIX.
Según Youssef, Dafoe se tomó muy en serio las lecciones. "Willem se concentró muchísimo", explica. "Yo iba por ahí haciendo bromas mientras cosía: eso se me da más o menos bien, porque como tengo las manos pequeñas puedo llegar fácilmente a los sitios. Al principio Willem se ponía en plan '¿qué coño es esto?', pero en cuanto le cogió el tranquillo lo hizo mejor que yo".
Si la imagen de Willem Dafoe acicalando difuntos te resulta muy perturbadora, puedes centrarte en las palabras del actor acerca de la experiencia de trabajar con Lanthimos. "Es una relación muy diferente de la habitual con tus compañeros de reparto", ha señalado. "Eres muy paciente con todo el mundo, y todo el mundo es muy paciente contigo. Necesitan tener confianza en lo que hacen, porque es muy arriesgado. No es una película normal".
Dafoe y Stone, que ya había trabajado con Lanthimos en La favorita, le han cogido el gusto a trabajar con el director griego, puesto que ambos repetirán con él en And su próxima película. Para meterse en su personaje, Dafoe se llevó 20 bofetadas de su compañera: lo que se dice llevar la preparación al límite.
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