'The Beast (La bestia)': En el futuro será el vacío

Bertrand Bonello sacude el estado del cine este 27 de marzo con 'The Beast (La bestia)', donde adapta a Henry James y reflexiona sobre los usos de la tecnología.
Léa Seydoux en 'The Beast (La bestia)'
Léa Seydoux en 'The Beast (La bestia)'
Cinemanía
Léa Seydoux en 'The Beast (La bestia)'

Este 27 de marzo llega a los cines The Beast (La bestia), una adaptación libre de La bestia en la jungla, novela del escritor Henry James. Esta película francesa, protagonizada por Léa Seydoux y George MacKay, es un drama con saltos temporales y una trágica historia de amor y ciencia-ficción.

La trama se sitúa en un futuro cercano. La inteligencia artificial reina en la sociedad y las emociones son consideradas una amenaza. La joven Gabrielle pretende librarse de ellas en una máquina que le sumergirá en vidas pasadas. Gracias a este aparato, se reencuentra con Louis, su gran amor, pero su reacción es de rechazo y miedo a una catástrofe. La historia transcurre en tres periodos distintos: 1910, 2014 y 2044.

Bertrand Bonello es el director de The Beast (La bestia). En su filme, mezcla un futuro distópico con un romance trágico a la vez que nos lanza un mensaje ciertamente pesimista sobre la tecnología y la inteligencia artificial. Hablamos con él para saber más sobre el largometraje.

El relato La bestia en la jungla de Henry James es muy ambiguo. ¿Cómo fue adaptarlo para incorporar toda la reflexión sobre la IA?Hay cosas que llegaron muy rápido, desde el argumento principal, desarrollado en tres épocas, a la idea de un futuro dominado por la inteligencia artificial. Pero fue muy complicado ajustarlo todo en una sola película. Hubo 30 versiones del guion.

¿Cómo lo conseguiste? The Beast (La bestia) es un poco película-río, que ofrece más preguntas que respuestas.
Me encanta la idea de la película-río, y me parece tan correcta y atinada, en el sentido de que un río fluye, pero no lo hace en línea recta, sino que es muy sinuoso y se enfrenta a muchos tropiezos. Sabía que iba a arrancar con un fondo verde y sabía cómo iba a acabar. Lo más importante era cómo llegar de ese punto A al punto B.

Léa Seydoux lleva el peso del filme, en una interpretación que es a la vez fija y maleable.
Es cierto que las épocas cambian, pero el personaje de Gabrielle no se transforma. Es como si Léa estuviera siempre en una misma nota musical. Su manera de trabajar es particular, porque no quiere entender al personaje desde el principio, sino a medida que vamos rodando. Interpreta de forma completamente intuitiva.

¿Cómo trabajaste con George McKay su rápida incorporación para el papel de Louis, sustituyendo a Gaspard Ulliel después de su triste accidente?
Cuando conocí a George, sentí que tenía un relación extremadamente íntima con el proyecto, como si la historia le interpelara de manera profunda. Pero su manera de trabajar es opuesta a la de Léa, porque quiere saber y comprenderlo todo. Además, tuvo que aprender francés. Hubo muchos mails y preguntas, y después desapareció tres semanas para trabajar por su cuenta.

En tu cine siempre hay escenas de baile y en The Beast (La bestia) las de la discoteca parecen evocar a las de Saint Laurent (2014).
En The Beast (La bestia) una de las escenas de la discoteca sucede en 2044, pero reproduce el ambiente de 1972, que es el año de Saint Laurent. Es cierto, me gusta mucho la imagen de la multitud bailando y me parece hermoso ver esa fuga de los cuerpos cuando bailan. No solo creo que ese tipo de energía dice mucho de los personajes, sino también hay algo muy sensual e impúdico en ello.

Tu visión de la tecnología es muy devastadora.
La relación entre la tecnología y el ser humano es cada vez más compleja y es legítimo preguntarnos qué queda realmente del ser humano con la implantación de la tecnología. Tienes razón, no soy demasiado optimista al respecto.

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