‘Soul’, ‘Luca’, ‘Red’: ¿A qué viene ese empeño de estrenar las películas de Pixar directamente en Disney+?

Lo nuevo de Domee Shi es el tercer título de Pixar en lanzarse de forma exclusiva en streaming.
Fotogramas de 'Soul', 'Luca' y 'Red'
Fotogramas de 'Soul', 'Luca' y 'Red'
Disney
Fotogramas de 'Soul', 'Luca' y 'Red'

¿Tiene algún problema Disney con Pixar? ¿Le ha hecho el estudio de la lupa algún feo a la cúpula que obligue a meses de vergonzosos desplantes? Es inevitable formularse preguntas así al comprobar el destino que han corrido las dos últimas películas de la factoría que antaño estuviera a la vanguardia de la animación en tres dimensiones: Soul y Luca estrenándose directamente en Disney+ y de forma gratuita, sin ese régimen de Acceso Prémium que al menos otorgaría una distinción con el aumento del precio. Es como si las películas hubieran pasado a ser para la major productos de segunda fila, y esta impresión se agravó cuando descubrimos que a Red le iba a pasar lo mismo este año.

Domee Shi, primera directora de un film de Pixar (y ganadora del Oscar por un exquisito corto anterior, Bao), es la firmante de la propuesta originalmente titulada Turning Red. Con un estilo de animación muy particular, se centra en las andanzas de una joven chino-canadiense que, a causa de una maldición familiar, cada vez que se emociona se convierte en un gran panda rojo. Pixar había fijado su estreno en cines para este 11 de marzo, pero recientemente Disney se lo pensó mejor y proclamó que Red llegaría de forma exclusiva al streaming en esa misma fecha. Exactamente igual que había pasado con Soul y Luca.

Es fácil intuir que no le ha sentado bien a los animadores, y un artículo de The Hollywood Reporter lo confirma. “Todo el mundo está muy desanimado”, dice una fuente cercana a Pixar, pero apostilla: “Sin embargo, la mayoría lo entiende. Las familias no van al cine”. Hay, pues, un sentimiento de decepción antes que de enfado, puesto que a pesar de todo sí se puede trazar cierta lógica en los destinos que Disney le ha ido endosando a cada una de sus propuestas. Probemos a hacer el recorrido: Soul se estrenó en las Navidades de 2020, el año de inicio de la pandemia, en una situación muy grave. Y Soul triunfó.

Esa es la primera de las claves para comprender este trato a Pixar: Soul supuso un éxito absoluto a su llegada a Disney+. Bob Chapek, director general de Disney, dijo a principios de 2021 estar “absolutamente encantado” con los resultados del lanzamiento de Soul. Gracias a él, aquel mes habían sumado 8.1 millones de suscriptores. Unas cifras que demostraban que Pixar sigue siendo garantía de calidad y atractivo para legiones de espectadores, y unas cifras finalmente que aconsejaban estrategias parecidas en lo sucesivo. Aquí no hay que llevarse a engaño: la máxima prioridad actual de la Casa del Ratón es el streaming, como sus responsables ya han reconocido un par de veces.

El streaming necesita a Pixar

Siendo los suscriptores el objetivo fundamental de la Casa del Ratón, esta aplicó en Raya y el último dragón (primer largometraje de Walt Disney Animation lanzado en pandemia) el modelo híbrido: cines y Acceso Prémium. Las cifras no fueron para echar cohetes, y llegada la temporada veraniega se pensó que lo más adecuado era volver a incluir Luca en la oferta de streaming, a la espera de que se produjera otro “efecto Soul”. Es lo que ocurrió, según cuenta la misma fuente consultada: “Nos dijeron que Soul trajo una tonelada de suscriptores a Disney+. Luca empezó más lento, pero esencialmente hizo lo mismo”.

Pixar es garantía de suscriptores. Y así es como llegamos a los últimos compases del año pasado, cuando el fin de semana de Acción de Gracias venía a cobijar el siguiente estreno de Walt Disney Animation: Encanto. Desgraciadamente coincidió con los primeros rebrotes de COVID-19 en su variante Ómicron, contagiosa en extremo, de modo que aunque la taquilla fue considerable no se leyó en ningún caso como un éxito. De hecho, por entonces también se estrenaba Canta 2 a cargo de Universal, y ante el aluvión de contagios la major resolvía en poco tiempo ponerla en alquiler VOD (al igual que había hecho con Trolls: Gira mundial en 2020, con un escándalo considerable).

Encanto partía con la particularidad de, ante el temor por el COVID-19, contar con una ventana de exhibición más breve de lo habitual: apenas un mes. De ahí que en Navidad llegara a Disney+, y encontrara una nueva vida que le ha llevado a transformarse en un fenómeno social, We Don't Talk About Bruno mediante. Cada acontecimiento nos lleva a una misma idea: los cines no son una ventana segura, y no hay nada como un estreno de Pixar para seducir a posibles suscriptores.

Con el mundo aún aterrado por la Ómicron, Disney ha resuelto repetir la jugada con Red, consolidando su número de usuarios y posiblemente añadiendo algunos más. Le mueve a ello los contagios crecientes, pero sobre todo el historial de exitazos en streaming. La duda, ahora, es qué ocurrirá con las dos propuestas animadas que quedan por estrenarse este año: Lightyear y Strange World. Lightyear tiene previsto llegar el 17 de junio. No se ha aclarado de qué forma, pero es de Pixar y oficia de spin-off para una marca tan conocida como Toy Story: quizá su destino sea el streaming.

De Strange World no sabemos nada, más allá de que se estrena el 23 de noviembre, está dirigida por Don Hall y se inscribe en la ciencia ficción. Su cita es, pues, como la de Encanto, el finde de Acción de Gracias. Si se estrena en cines o no dependerá de cómo haya evolucionado la situación hasta entonces.

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