Cuando todo el pescado parecía vendido con la supuesta muerte de Michael Myers en La noche de Halloween, el psicópata de la ciudad de Haddonfield resurge de entre llamas para continuar donde lo había dejado. Halloween Kills supone así otro episodio más en la nueva trilogía del maníaco, donde el director David Gordon Green recupera el mejor espíritu slasher de la franquicia creada por el célebre John Carpenter (quien produce también este nuevo filme).
El festival de Sitges ha acogido con los brazos abiertos el preestreno español de la película, donde Myers ha llenado de sangre y tripas las salas de cine a través de los asesinatos más gore. Disparos, cuchilladas y todos los tipos de mamporrazos con objetos dispares son incapaces de frenar al personaje en un alarde de fortaleza sobrenatural.
¿La Maldición de la Espina?
Menos caótica, más intensa y con un claro resurgir del carácter inicial de la saga, la segunda película de la trilogía de Gordon Green continúa obviando los filmes nacidos después del título primigenio de Carpenter. No obstante, la magia negra y la Maldición de la Espina podrían tomar relevancia en Halloween Ends, después de comprobar el carácter indestructible del personaje, quien prácticamente resucita y se traslada entre las sombras sin ser visto. ¿Estamos a punto de descubrir el origen de la verdadera maldad del prófugo del centro psiquiátrico?
Eso sí, el filme merece una colleja en su montaje paralelo de tramas, donde la inmensa Jamie Lee Curtis poco puede hacer encerrada en el hospital. Dónde quedó la fortaleza de esa final girl. No obstante, las piezas del ajedrez se han dispuesto de cara al gran enfrentamiento final del que podremos disfrutar en Halloween Ends. Laurie Strode traslada así el peso de la acción a su hija Karen (Judy Greer) y su nieta Allyson (Andi Matichak), mucho más asentadas y coherentes en esta nueva entrega.
El retorno de personajes de 1978
Halloween Kills mejora respecto a la primera parte en la construcción del clímax, otorgando un mayor recorrido a los personajes para que los asesinatos nos dejen en vilo. Un filme que homenajea así a los supervivientes de la franquicia, para lo que cuenta con grandes regresos como los de las actrices Kyle Richards (Lindsey, en la franquicia) y Nancy Stephens (Marion).
No estarán solas, ya que viejos conocidos como Tommy o el agente Loonie estarán detrás de la persecución al maníaco. Unos personajes que incitarán a Haddonfield al grito de “¡El mal muere esta noche!”. En un vuelco de los acontecimientos y plasmando la desesperación de la población, el filme visibiliza cómo el miedo transforma a los habitantes en monstruos capaces de cualquier cosa por salvar su propio culo, aunque esto pueda acarrear la muerte de inocentes por el camino.
Así mismo, el filme indaga una vez más en la verdadera identidad de Myers, construyendo un juego de confusión a su alrededor y ofreciendo pistas sobre la edad y la vida de este. Una serie de indicios que allanan el camino hacia el verdadero origen a través de los tres actores que interpretan al personaje.
El mítico Nick Castle, el actor que interpretaba al perturbado en la primera película de Carpenter, se pone de nuevo la máscara. Junto a este encontramos en su edad adulta a James Jude Courtney, quien ya aparecía en La noche de Halloween (2018), al que se suma Airon Armstrong para la etapa más joven.
Mucho más divertida y sangrienta que La noche de Halloween, y con grandes pretensiones de cara a la tercera entrega, la franquicia Halloween aún tiene mucha sangre que derramar.
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