Seminci 2023 | 'Blue Giant': el jazz contemporáneo aterriza en Valladolid en un anime cósmico y vibrante

Dai Miyamoto tiene 18 años, ha dejado atrás a su familia y su antigua aspiración de ser jugador de baloncesto y emprende un viaje a Tokyo con el objetivo de convertirse en el mejor saxofonista del mundo. Ahí conocerá al joven y talentoso pianista Yukinori Sawabe, y junto a su amigo Shunji Tamada en la batería formarán el trío Jass, que protagoniza la película Blue Giant.

Yuzuru Tachikawa (Mob Psycho, Detective Conan) adapta el exitoso manga homónimo de Shinichi Ishizuka (2013) en un anime que cuenta con la música de la pianista Hiromi Uehara como coprotagonista. Ella se ha encargado de las vibrantes composiciones de la banda sonora y además interpreta las piezas del personaje de Sawabe. Junto a la compositora, Shun Ishikawa, batería de la banda Millennium Parade, y el saxofonista Tomoaki Baba interpretan las piezas de  Tamada y Miyamoto, respectivamente. 

'Blue Giant', crítica de la película

¿Qué es el jazz?, se preguntan los tres componentes del trío Jass, Dai, Yukinori y Shunji mientras practican sin parar para lograr la excelencia musical. ¿Es un estilo de música? ¿Un estilo de vida? ¿Una pasión? ¿Un arrebato? ¿Es virtuosismo o libertad? Todos estos interrogantes levitan en la atmósfera de Blue Giant, la adaptación del manga de Shinichi Ishizuka (2013) a cargo de Yuzuru Tachikawa y la compositora Hiromi Uehara, responsable de la cautivadora banda sonora de la película.

Sería injusto pasar por alto el papel de Uehara en la adaptación del manga, ya que una película incorpora algo de lo que carece un cómic: sonido. Y menudo sonido el que ofrece Blue Giant, tanto en el ámbito auditivo como el visual, porque la traducción en imágenes del magma sónico y cósmico que palpita en la música de Hiromi es sencillamente sensacional. 

No era tarea fácil la misión que tenía entre manos Tachikawa por varios motivos, pero la principal dificultad a superar era ser capaz de reproducir en dibujo la agilidad de la música en directo, del músico interpretando. El resultado es un pelín desigual, con momentos sublimes y otros por pulir. 

Detrás hay un esfuerzo y un trabajo técnico monumental (rodaje en acción real con hasta dos músicos para el papel de Dai, rotoscopia y varios equipo de animación 2D y digital cohesionados) que logra, por ejemplo, que disfrutemos del movimiento de los dedos del protagonista cuando toca el saxo durante los solos de las actuaciones, o de la pasión con la que Shunji se emplea en su gran momento. 

Hay instantes en los que la rotoscopia, sin embargo, no consigue captar la naturalidad de movimientos tan sencillos como caminar por pasillos o entrar en locales, u otros momentos en los que se plasman los fondos humanos como meros esbozos. 

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Por otra parte, es cierto que el drama con el que los nipones abordan las historias de superación puede llegar a ser repetitivo, pero ni siquiera este y otros matices consiguen eclipsar las increíbles secuencias de la música en directo y de la interpretación visual de la música que, justamente, pretenden responder a esa pregunta de qué es el jazz. 

Para los tres principales responsables de Blue Giant -Ishizuka Tachikawa y Uehara-, el jazz es algo cósmico, un sonido que envuelve pasado, presente y futuro y que conecta a sus fieles y practicantes; un viaje sideral y profundo, lo más parecido a presenciar la explosión de una estrella, como se dice en la obra. Es tener a tu compañera de butaca moviendo las manos al compás de la película y es el merecido aplauso del público, feliz de oreja a oreja al salir de la sala de cine. 

Ojalá que cuando se estrene de la mano de Selecta Visión lo haga en locales con su equipo de sonido ajustado. Y un último 'spoiler': no se vayan de la sala antes de que acaben los créditos porque se perderían un epílogo conmovedor. 

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