Un rodaje a distancia, un director que se marchó del proyecto... Así es 'Segundo premio', la película sobre Los Planetas que ya es historia del cine español

La iba a rodar Jonás Trueba. La acabó dirigiendo Isaki Lacuesta en remoto. Esta es la historia de la mejor película musical del cine español.
Daniel Ibáñez en 'Segundo premio' (2024)
Daniel Ibáñez en 'Segundo premio' (2024)
BTeam Pictures
Daniel Ibáñez en 'Segundo premio' (2024)

Psicodelia. Del inglés psychedelia. Tendencia surgida en la década de 1960, caracterizada por la excitación extrema de los sentidos, estimulados por drogas alucinógenas, música estridente, luces de colores cambiantes, etc. Y también la palabra con la que Jota y Florent, de Los Planetas, se despidieron de los artífices de Segundo premio la primera vez que estos les propusieron hacer una película sobre la banda. “En noviembre de 2018 nos reunimos con ellos. Fuimos a comer a un sitio que se llama Chikito, que es un superclásico de Granada. Y recuerdo que fue muy bien. Tengo una imagen abrazándonos con Jota a las cuatro de la mañana en el Loop. No concretamos nada de la película pero me dijeron una palabra: ‘Psicodelia”, recuerda el productor Cristóbal García.

Abramos ahora el encuadre en esa mítica primera reunión. Hay un comensal más en la mesa, uno crucial en esta historia. Se llama Fernando Navarro y es el guionista de Verónica o Venus, pero hasta yo lo recuerdo de siempre fantaseando con una película sobre Los Planetas. Rebobinemos.

Una camiseta de Big Star

“Yo provengo del entorno de Los Planetas y me dedico al cine. En Granada no hay mucha gente que se dedique al cine –explica el guionista de Segundo premio–. Jota y Florent, pero sobre todo Jota insistentemente, durante años me decían medio en broma, medio en serio: ‘Tendrías que hacer una peli de Los Planetas’. Una conversación de bar que yo ensordecía como si fuesen las típicas tonterías que te dicen tus amigos”.

Y ahora avancemos en el tiempo hasta el momento en el que Fernando Navarro y Cristóbal García se encuentran. Es en el rodaje de Taxi a Gibraltar, en la primavera de 2018. Seis meses antes de la primera reunión con Los Planetas. “Fue a raíz de una tontería. Yo llevaba una camiseta de Big Star y Cristóbal y yo empezamos a hablar de música, no es un grupo que le guste a mucha gente. Cristóbal me dijo que le encantaría hacer una película sobre música y yo le conté lo que me decían Jota y Florent. Su respuesta fue: ‘¿Cuándo empezamos?”, recuerda Navarro. “Claro, es que yo era fan de Los Planetas desde los 15 años. Los escuchaba en Santander con mi novia de aquel momento”, añade el productor, que como muchos jóvenes de los 90 recuerda a la perfección con quién, cuándo y dónde escuchaba las canciones de la banda granaína.

Y ahora pasemos a la siguiente pista. Volvamos a la reunión. A Chikito. Al Loop. “Fue un impulso. La verdad es que ahora lo pienso y me pregunto cómo nos atrevimos. Conociendo Fernando como conocía a Jota y yo como lo conozco ahora... Ir ahí a calzón quitado, a decirles a él y a Florent que queríamos hacer una película sobre ellos. Sin director, sin guion, sin nada... Era una temeridad. Era cogerles el guante... Pero ese guante te lo enseñan y te lo quitan. Y eso es lo que nos ha pasado durante toda la película”, recuerda el productor sobre las múltiples idas y venidas del proyecto. 

Algo de Sam Peckinpah

Más tarde volveremos sobre esto, sobre las idas y venidas, sobre la leyenda de difíciles que acompaña a Los Planetas y que tanto divierte a sus fans. Pero ahora sigamos con esta historia y el siguiente capítulo: buscar a un director capaz de contarla. Tanto Navarro como García tenían claro que esta debía ser una película en la que la música se tocase en directo. Y así se acabaría haciendo, contando además con el ingeniero de sonido de Los Planetas, Jaime Beltrán, como productor musical. Después de muchas conversaciones coincidieron en un nombre: Jonás Trueba. El director de La virgen de agosto podía parecer una opción extraña para dirigir una película sobre Los Planetas pero había que concederle una cosa. “En cada película suya hay una actuación musical filmada en directo. Muestra mucho respeto por la música en su cine”, explica Fernando Navarro.

El trío protagonista de 'Segundo premio'
El trío protagonista de 'Segundo premio'
BTeam

Con el pequeño de los Trueba embarcado en el proyecto, comenzaron la escritura del guion. Lo primero que hicieron fue alejarse de la idea que Jota tenía de lo que debería ser la película. “Él quería hacer la historia que cuenta Una semana en el motor de un autobús, la historia de un chico que se engancha a las drogas para superar una ruptura. Siempre hablaba de hacer una ópera rock. Ponía el referente de Quadrophenia. Pero a nosotros eso nunca nos pareció muy interesante”, recuerda el guionista que ya entonces andaba dándole vueltas a escribir una historia oral de la escena musical de la Granada de los 90, algo parecido a Por favor, mátame. La historia oral del punk, de Legs McNeil y Gillian McCain, pero en forma de película. Los Planetas eran la excusa perfecta. 

“A mí no me interesan mucho los biopics, pero sí me interesan los fragmentos de vida, las películas que no incluyen nacimiento y muerte”, explica. Y si había que contar un episodio de la vida de Los Planetas tenía claro cuál era. La grabación de uno de sus mejores discos, Una semana en el motor de un autobús. Porque, además, dramáticamente, les permitía contar la historia de una banda en descomposición y, sobre todo, incluir a la gran ausente: May, la que tocaba de espaldas, la bajista que dejó el grupo para vivir una vida normal. “Yo conocí a May poco después de que hubiese salido de Los Planetas. Para mí Los Planetas siempre fue algo que alguien había dejado –recuerda Navarro–. Esta figura, la de alguien que ha sido parte de algo y ya no lo es, es una figura muy dramática y que te permite contar muchas cosas. Tenía algo de western de Sam Peckinpah”.

Aquí conviene darle al pause. Y retomar lo de las idas y venidas. Con el guion escrito y mientras el productor buscaba financiación para la película, hubo muchas conversaciones con Jota y algunas con Florent y May. “Hubo un momento en el que se discutía cada línea de diálogo. Fue un tira y afloja como les gusta a ellos que se alimente la leyenda”, recuerda Navarro. Y Cristóbal García hace referencia al momento de crisis total en el que pensaron que la película no se hacía. “Fue en el verano de 2022. Ellos querían hacer la película pero no terminaban de firmar los derechos de las canciones. Sin las canciones esta hubiese sido una película de un grupo pero no de Los Planetas”. Muchos quebraderos de cabeza después, firmaron. Tenían ya algunos actores. Los músicos de Granada Mafo, y Chesco Ruiz, que darían vida a Eric y Banin. Los intérpretes Daniel Ibáñez, Cristalino y Stéphanie Magnin se unirían a la banda como Jota, Florent y May más adelante. Y entonces perdieron al director.

Los Planetas, en 1993
Los Planetas, en 1993
Elefant Records

La banda se disuelve

Según la versión oficial, Jonás Trueba abandonó el proyecto porque “perdió la pasión”. Pero como esta es una película sobre la leyenda citaremos también la versión oficiosa que dice que no se entendió con Jota. Tras unos meses de vacío, Isaki Lacuesta, recomendado por su antecesor, aceptó dirigir Segundo premio. Pero esto fue en verano de 2022 y, para que no se cayese la financiación, tenían que rodar a principios de 2023. “Preparamos la película mientras reescribíamos el guion. Hicimos la preproducción con una escaleta. Lo que nunca hay que hacer. Asumo la culpa”, afirma el productor.

En un mes, Navarro y Lacuesta le dieron la vuelta al guion. Lo primero que hizo Lacuesta, que por algo es el director de películas como Cravan vs Cravan, fue aferrarse a la leyenda. “Es algo que te permite escaparte de la literalidad y no contarle al espectador la milonga de que esto es una película periodística. Segundo premio se basa en hechos reales pero a partir de aquí es una mezcla de precisión superexhaustiva y, al lado, un invento total. Es decir, usamos la guitarra con la que tocaba Jota en aquellos años, pero en la siguiente secuencia pasa algo que jamás ha ocurrido”. Así entraron las voces en off de los miembros del grupo, contradiciéndose unas a otras, creando una historial oral distorsionada. Además, el foco se trasladó de Jota y May a la relación de amor-odio entre el guitarrista y el cantante, que habían dejado de llamarse Florent y Jota pero no por ello habían perdido el parecido con los miembros de la banda. Esa historia de amor-odio cogió tanto peso que el director de Entre dos aguas le dijo a Jota: “Voy a hacer una película sobre vaqueros gays”. De una historia hiperrealista, a lo Jonás Trueba, pasaron a la psicodelia que Los Planetas les habían pedido en aquella primera reunión. “Isaki trajo la locura, la diversión, los delirios fantásticos y el lenguaje onírico. La película se distorsiona hasta puntos que no es real, es soñada”, explica Navarro, para quien el filme podría leerse como el sueño de May.

A Isaki Lacuesta, esta historia le tocaba personalmente. “La premisa que me dan es la de una banda que está grabando un disco mientras el grupo se disuelve y ahí me reconozco porque mi banda de hacer cine de los últimos 20 años se estaba disolviendo también”, recuerda. Su mayor preocupación desde el principio era honrar aquella vieja idea de Los Planetas de hacer una ópera rock. “Quizás lo más difícil en un proyecto como este sea encontrar el punto de equilibrio entre mostrar música y mostrar ensayos y no perder el relato, que es de las cosas que más hemos trabajado con Fernando [Navarro]. Y luego en el montaje hemos intentado que las secuencias musicales fueran narrativas, que no fuera como una peli de los Hermanos Marx que se para la acción y suena la música. Intentamos desde la elección de cada canción que tuviera su significado psicológico y narrativo. O, también, que en las secuencias de ensayos estuvieran pasando cosas que afectasen a la trama”, explica el director de Entre dos aguas y añade que su mayor referencia en este sentido fue la serie documental The Beatles: Get Back. Toca darle al fast forward.

Segundo premio
Daniel Ibáñez, Cristalino y Stéphanie Magnin en 'Segundo premio'
BTeam

Luna, la hija de Isaki Lacuesta, enfermó. Fue días antes de comenzar el rodaje, en abril de 2023. Takuro Takeuchi, el director de fotografía, había rodado tiempo atrás unos anuncios desde Nueva York por Zoom. Lacuesta propuso hacer lo propio desde el hospital con la ayuda de su ayudante de dirección en Un año, una noche, Pol Rodríguez, aquí codirector. Así rodaron Segundo premio. La historia que querían contar, la de una banda a punto de disolverse que tiene que trabajar en equipo para componer uno de los mejores discos del rock español, se había convertido en su propia historia. 

Lo que Jota me dijo

Florent no ha visto aún la película y tampoco se sabe si la verá. “Pero no es un rechazo sino un respeto. Él está con su proyecto, haciendo su música, y no quiere ni intervenir ni opinar en el nuestro”, explica Fernando Navarro. Cristóbal García cuenta que fue con Isaki a enseñarle la película a Jota. “Cada uno salimos con una percepción de su reacción. La mía era más positiva”, recuerda. “Pero sí que ha reconocido el trabajo de los actores. No ha podido negar la evidencia de que hay un trabajo, un esfuerzo, un respeto de reproducir, de reinterpretar, de jugar... Y ha alabado mucho la música”, dice Navarro. Cuando le preguntamos a Isaki Lacuesta se ríe. “Jota me dijo: ‘Al final has hecho una película de vaqueros gays”.

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Redactora jefa 'Cinemania'

Puedes leerme en CINEMANÍA. Puedes verme en Historia de nuestro cine, el programa de cine español de La 2 en el que colaboro. Y puedes oírme en el podcast 'Mi vida en películas'. Estudié Periodismo y Humanidades en la universidad San Pablo-CEU y tengo un Máster en Literatura inglesa y norteamericana en la Universidad Complutense. He dirigido el documental 'El hombre que diseñó España' y estoy escribiendo un libro sobre la cineasta Cecilia Bartolomé.

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