Ridley Scott le da un giro a su carrera y se compromete a dirigir el biopic de los Bee Gees

El cineasta de 86 años terminó recientemente la producción de 'Gladiator 2', demostrando que tiene una vitalidad inagotable.
Otro proyecto para Ridley Scott
Otro proyecto para Ridley Scott
Otro proyecto para Ridley Scott

Llega un punto en que ya parece broma. Ridley Scott tiene 86 años, no deja de meterse en producciones de gran escala, y además regala a posteriori promociones increíbles basadas en lo poco que le importa ya todo. Hace pocos meses estrenó Napoleón, y lo hizo mientras ultimaba Gladiator 2. La secuela de uno de los grandes éxitos de su carrera, protagonizada por Paul Mescal, se estrena este 22 de noviembre. Al poco de terminar el rodaje Scott ya quería ponerse con un film titulado Bomb, descrito como un thriller donde una tensa negociación ha de evitar que el londinense Piccadilly Circus vuele por los aires.

Pero eso no es todo. Deadline recoge que Scott se ha vinculado a otro proyecto más, y uno bastante alejado de sus intereses habituales. Ridley Scott nunca ha dirigido un biopic musical, pese a que la industria parece impeler actualmente a ello: justo esta semana se ha estrenado el biopic de Bob Marley, titulado One Love. Lo ha estrenado Paramount, y Paramount es de hecho el estudio que tiene los derechos de la vida y obra de los Bee Gees. Que es, finalmente, el grupo musical al que parece que Scott va a querer dedicarle una película. Un ambicioso biopic, centrado en un nombre clave de la música disco y de la cultura pop de los años 70.

El nombre de los Bee Gees, célebres por canciones como Stayin’ Alive o Saturday Night Fever (incluidas en el soundtrack de la popular película Fiebre del sábado noche) lleva tiempo en el centro de conversaciones industriales para que su vida sale a la gran pantalla: más o menos desde que Paramount consiguió la licencia. Por el proyecto han pasado nombres como Kenneth Branagh y John Carney (Begin Again), hasta que no hace mucho parecía haberse definido teniendo al frente a Lorene Scafaria, la directora de Estafadoras de Wall Street. Pero parece que esto no ha cuajado tampoco, así que la major ha decidido recurrir a alguien de eficacia probada como Scott. Quien vale, nunca ha cultivado el género, pero resulta tener un parentesco histórico con este grupo de pop.

Resulta que en los años 70, cuando los Bee Gees estaban en la cúspide de su estrellato y Scott quería dar el salto al cine tras haberse consolidado como director de publicidad, el manager de la banda le pasó un proyecto. Robert Stigwood, poderoso magnate de la música, le propuso al cineasta británico realizar una película medieval titulada Castle Accident, que habrían protagonizado los integrantes de los Bee Gees (esto es, los hermanos Gibbs: Barry, Robin y Maurice). El proyecto no llegó a buen puerto porque Scott terminó dirigiendo Los duelistas (empezando de forma modélica su carrera en el cine), pero parece que el veterano realizador pensaba que tenía una cuenta pendiente.

Hoy por hoy dos de los tres Bee Gees han fallecido: solo queda Barry Gibbs con vida, y es de suponer que tenga un rol preponderante en la producción de la película. Scott, en caso de ponerse con el proyecto según termine Bomb, volvería a colaborar con el guionista John Logan tras su asociación en Alien: Covenant y Gladiator (Logan, a su vez, está detrás del libreto del biopic de Michael Jackson que hoy por hoy desarrolla Antoine Fuqua). Es de suponer que, para cuando se encuentre en plató, Scott ya haya confirmado su presencia en un par de películas más.

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