La gala de los Óscar de 1995 tuvo en liza a cuatro de las películas más populares de todos los tiempos, además de un convidado de piedra (Quiz Show) de prestigio. Pulp Fiction, Cadena perpetua y Cuatro bodas y un funeral se disputaban la estatuilla a mejor película, que acabó ganando Forrest Gump. El largometraje de Zemeckis se apuntó, también, el Óscar a mejor director, mejor actor principal, mejor montaje y guion adaptado. Todo esto, ante la estupefacción de Tarantino, que se las prometía muy felices y sólo pudo alzarse con el Óscar a mejor guion original.
Tom Hanks cruzó el patio de butacas del Shrine Auditorium para recoger su segundo Óscar. Apenas un año antes había ganado el primero por Philadelphia y si, en los años siguientes, no aumentó su cuenta, seguramente algo tuvo que ver el sentido de preservación de la Academia, que vio, horrorizada, cómo Hanks estaba dispuesto a superar en cinco años a leyendas como Jimmy Stewart.
La perfecta interpretación de Forrest Gump, un bondadoso americano de cabeza lenta y piernas rapidísimas con el don de la ubicuidad, la compartió Hanks con Michael Conner Humphreys, de 11 años y que interpretó al personaje cuando era un niño. ¿Qué ha sido de este actor 30 años después?
De Vietnam a Irak
Forrest Gump fue condecorado como un héroe de guerra en Vietnam, un país en el que, como él mismo explica, “siempre había algo que hacer”. Michael Conner Humphreys, Forrest en miniatura y responsable, entre otras cosas, de enseñar a bailar a Elvis Presley, combatió como su alter-ego, y apenas 10 años después de que producirse su debut como actor.
La película de Zemeckis fue una dorada puerta giratoria para Humphreys, que tuvo, durante décadas, en Forrest Gump su única experiencia en el mundo del audiovisual. Sus padres decidieron que el rodaje le había impedido acudir a clase y, para evitar que el historial académico de su hijo se pareciese al de Forrest Gump, suspendieron su carrera como actor. Durante años, a Humphreys se le perdió la pista. Hasta 2004.
Ese año, se supo que el antiguo actor infantil, ya un hombre, se había alistado para combatir en Irak, estimulado por el ataque que su país había sufrido el 11-S. En 2008, tras cuatro años luchando en la provincia de Anbar (Irak) con el trigésimo sexto regimiento de infantería, Humphreys terminó su servicio y, como tituló la Fox, “el joven Forrest dejó el ejército y regresó a Hollywood’.
Su primer proyecto (y, hasta el momento, último) fue un largometraje bélico, lo que hizo que algunos viesen paralelismos entre la carrera de Hanks y Humphreys, ya que el primero había pasado de Forrest Gump a Salvar al soldado Ryan. “Supongo que estoy siguiendo sus pasos”, añadió, humildemente, Humphreys, que recordaba con cariño su etapa en la película de Zemeckis. Sobre el director, declaró que trató de convencerlo, sin éxito, para que rodase Regreso al futuro 4.
Como reconocía en la anterior entrevista, trataría de volver a actuar, pero no vería como una tragedia que las puertas de Hollywood no quisieran abrirse para él. Y así ocurrió. Actualmente, Humphreys para la Coca-Cola, tras dar clases en remoto y estar vinculado a las relaciones internacionales.
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