Matt Damon lo recorrió en El ultimátum de Bourne y Eduardo Noriega caminó por él durante el rodaje de Abre los ojos. El Paseo de la Castellana es una de las localizaciones predilectas de Madrid. Pocas son las películas que se desarrollan en la capital de España y han resistido la pulsión de extraer un par de planos de sus más de seis kilómetros de longitud. Esta avenida arbolada ha contraído, a lo largo del último siglo, un estrecho vínculo con el cine. Y, desde algo menos, con los cines.
En el número 259 del Paseo de la Castellana, bajo la sombra acristalada de la Torre Emperador, se encuentra el OCINE Urban Caleido. Esta franquicia cuenta con salas en Granada, Almería, Las Palmas, Valencia, Castellón, Palma de Mallorca, Tarragona, Barcelona, Girona, Tudela, Irún, Camargo, Gijón, Valladolid y Madrid. En esta provincia, Urban Caleido no es el único representante de OCINE, puesto que hay cuatro salas más.
Cine a la luz de las lámparas
En Alcorcón, se encuentra otro OCINE, el Urban X-Madrid. Un vistazo a su interior convence al espectador de que está ante unas salas muy particulares: en lugar de las clásicas butacas, unos sofás mullidos y coloridos se levantan ante la pantalla. Junto a cada uno de estos, resplandece una lámpara con pantalla de cristal. En el Instagram de la compañía, un usuario se pregunta qué ocurre cuando empieza la proyección. “Las lámparas se apagan automáticamente”, aclara OCINE. “Son más bien decorativas”.
En el cine del Paseo de la Castellana no hay lámparas, pero sí sillones y sofás que no desentonarían en un episodio de Mad Men o en el interior del avión privado de la familia Roy. “Cada una de nuestras salas tiene una estética ligeramente distinta”, promete OCINE en sus redes sociales.
Cada sofá dispone de un puerto USB para cargar el móvil, herramienta indispensable si uno quiere pasar la tarde en estos cines y tomar unas cuantas fotografías. En el exterior, se extiende una barra de bar en la que los espectadores pueden pertrecharse a su gusto para las tres horas de Oppenheimer o las tres horas y media de la próxima Killers of the flower moon.
En cuanto a las películas, OCINE cuenta con tecnología dolby Atmos y apuesta por la versión original subtitulada. Dejando a un lado los descuentos, las entradas oscilan entre los siete euros de las sesiones matinales y los once de viernes, festivos, vísperas de festivos y estrenos anticipados.
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