¡Sacrificios humanos! ¡Perros y gatos cohabitando! ¡Histeria de masas! Bueno, tal vez estemos exagerando, pero la estampa de James Cameron entonando el mea culpa por un error en un rodaje es algo que jamás esperamos ver en nuestras vidas. Menos aún si el error de marras tuvo lugar en Titanic, la película que convirtió al canadiense en 'Rey del Mundo' con sus once Oscar.
Para los incrédulos, señalar que Cameron ha reconocido este patinazo (vía Entertainment Weekly) en Titanic: Stories from the Heart, una featurette sobre la película incluida en la nueva edición en 4K Ultra HD de la cinta.
Y lo más gracioso de todo es que, si Cameron no nos hubiera advertido sobre él, ni nos hubiéramos dado ni cuenta. Porque el error de marras tiene lugar durante uno de los momentos más emocionantes de la película.
Una puesta de sol desenfocada
Para quienes se esperen otra perorata sobre la dichosa tabla, señalemos desde ya que la confesión de James Cameron no tiene nada que ver con ella. Se trata, en cambio, de esa escena en la que Jack (Leonardo DiCaprio) sostiene por la cintura a Rose (Kate Winslet) en la proa del barco, para que así ella tenga la ilusión de estar volando sobre las olas.
Para colmo, el patinazo en cuestión no tiene que ver con los dos actores, sino con esa puesta de sol tan romántica que puede verse al fondo de la escena y que, según ha señalado el cineasta, aparece desenfocada durante unos segundos.
Para la escena, explica, Cameron se empeñó en combinar su transatlántico CGI con una auténtica puesta de sol. "Pudimos rodar dos tomas antes de que se fuera la luz", señala. "La primera salió desenfocada del todo. La segunda se desenfoca durante cuatro segundos, más o menos, y después se arregla. Esa es la que se ve en la película".
Así pues, el canadiense tuvo que tragarse su legendario perfeccionismo y usar una imagen desenfocada. Algo que Kate Winslet también recuerda, aunque por motivos distintos. "Fue una risa, porque Jim nos decía '¡La puesta de sol es alucinante! ¡Vamos, vamos, vamos!'. Y nosotros respondimos '¿Qué?".
"De golpe y porrazo, Leo [DiCaprio] y yo tuvimos que trepar a esta especie de cabrestante que se extendía y se alargaba y subir por aquella maldita escalera", prosigue la actriz, añadiendo que Cameron no paraba de gritar "¡Vamos a perderla!". "Así que llegamos allá arriba y de pronto escuchamos '¡Oh, acción! Tuvimos que estar allí durante dos minutos interminables agarrados, y que Dios nos ayudara si nos echábamos a reír. Pero fue descacharrante, de verdad de la buena".
Dado que el rodaje de Titanic fue un público y notorio infierno para todos los implicados, es admirable que Winslet se ría al recordarlo. En cuanto al público, suponemos que seguirá enamorado para los restos de la historia de Jack y Rose, aunque sus miembros más pejigueras empiecen desde ahora a fijarse en la puesta de sol, buscando el famoso desenfoque.
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