Las mayores tonterías que han tenido que hacer las estrellas de Hollywood promocionando películas

Tatuajes, llanto e insultos para vender una película: estas campañas de promoción son una tortura para los famosos de Hollywood.
Chris Hemsworth, Margot Robbie con Cara Delevingne y Jennifer Lawrence
Chris Hemsworth, Margot Robbie con Cara Delevingne y Jennifer Lawrence
Cinemanía
Chris Hemsworth, Margot Robbie con Cara Delevingne y Jennifer Lawrence

Se dice, se comenta, se rumorea que la campaña promocional que ha acompañado al lanzamiento de Barbie se estudiará en las facultades de marketing y cine en un futuro. Desde un tour de prensa teñido de rosa, con Margot Robbie vistiendo todos los modelitos icónicos de la muñeca de Mattel, hasta la Dreamhouse que se puede alquilar en Malibú, Warner y LuckyChap Entertainment se han dejado los dólares en una maquinaria perfectamente engrasada que ha sabido explotar todo el potencial comercial de la marca Barbie.

Buenas o malas, mediocres o ambiciosas, estas campañas que acompañan a las películas son, ya de por sí, un relato digno de ser llevado a la gran pantalla. Mientras los grandes estudios y las plataformas se estrujan los sesos para dar con maneras globales y originales de vender sus última producción en un mercado cada vez más abarrotado de títulos, sus estrellas se ven abocadas a todo tipo de situaciones de lo más surrealistas con el fin de que el público vea sus trabajos. 

La huelga de Hollywood ha dejado en suspenso esta táctica promocional casi en su totalidad. Al fin y al cabo, los actores y actrices de sus superproducciones suelen ser los protagonistas absolutos de estas acciones publicitarias, caras visibles y reconocibles del producto que se quiere vender. 

Así, hemos decidido ponernos nostálgicos y recuperar las iniciativas de promoción más absurdas y ridículas que nos ha regalado el estreno del filme de turno. 

'Escuadrón Suicida': tatuajes y ratas

La cara de estupefacción genuina de Harrison Ford lo decía todo. ¿Qué diablos hacía esa tal Margot Robbie, sentada a su lado en el programa de Graham Norton, amenazando con tatuarle una cara sonriente en su cuerpo? Él, sentado al lado de Ryan Gosling para hablar de Blade Runner 2049, estaba viviendo una distopía surrealista que ya quisiera Deckard. 

Pero no, esa era la cruda realidad, una en la que Escuadrón Suicida, tras haber provocado cuadros severos de enajenación a muchos espectadores, se posicionaba con ventaja para ser recordada como la apuesta con la campaña de promoción más desquiciante de Hollywood.

Fue de sobra conocida la fijación de los actores y miembros del equipo del filme -especialmente Robbie- con tatuarse entre sí; tanto que la australiana se compró su propio equipo para seguir practicando con sus allegados. 

A Graham Norton le faltó tiempo para sacar a relucir la (escasa) habilidad de la rubia y ponerla a prueba; no con Harrison, pero sí con un miembro del departamento de producción de su programa. Esperamos que el hombre quedara más satisfecho con su dibujo en el dedo del pie que Joel Kinnaman con el tatuaje que le hizo Will Smith en Escuadrón Suicida y del que se ha arrepentido abiertamente. 

La locura en esta campaña no acaba con la tinta de un tatuaje: entre las anécdotas de rodaje más comentadas y recordadas durante el tour, destacaban los regalos de Jared Leto para meterse en la piel del Joker. Mientras los montadores limitaba a cinco minutos su tiempo en pantalla, él regalaba ratas a Margot Robbie. Eso sí, recientemente quiso aclarar que lo de dar condones usados fue mentira, que tampoco hay que pasarse...

'Hot Ones', un castigo muy picante

¿La última y más vista herramienta de tortura para estrellas en promoción? El programa Hot Ones, un espacio del canal First We Feast, impulsado por Sean Evans, en el que los actores más fulgurantes de Hollywood responden preguntas mientras degustan alitas de pollo empapadas en salsas picantes cada vez más intensas. Ni el agua ni la leche frenan el llanto. 

Por lo pronto, han hecho llorar a Selena Gomez, Matt Damon, Pedro Pascal, Tom Holland o Gal Gadot, entre otros muchos. La única que ha salido ilesa de este experimento de alto riesgo para tu paladar ha sido Charlize Theron. ¿Nuestro invitado favorito? Jennifer Lawrence, que tuvo que pasar por la penitencia durante la promoción de Sin malos rollos. 

“No sé si voy a tener el aguante necesario”, avisaba poco antes de empezar a comer con Evans. Durante la charla Lawrence habló de cómo había sido el rodaje de su último filme y arremetió contra los actores del Método. Pero llegó un punto en el que el picor pudo más y la actriz solo podía decir: “Cielo santo”, “Estoy entrando en pánico” o “Creo que voy a morir”. 

Jugando con cachorritos

La entrevista favorita de Chris Evans es también una de las más impredecibles y adorables del panorama actual, al menos para el público. Lo de entrevista es un eufemismo porque en realidad se trata de una excusa para que Buzzfeed consiga clics juntado cachorros y estrellas (nada puede salir mal), sin importar realmente si los invitados consiguen contestar alguna pregunta. 

Sin ir más lejos, el actor de Capitán América era incapaz de recordar de qué estaba hablando entre tanto cachorrito. En su defensa diremos que las distracciones son múltiples y llamativas: a la irresistible presencia de los animalitos se suman su necesidad de mear o cagar durante el encuentro, o las peleas entre ellos (Ryan Gosling se dejó la piel tratando de calmar a un perrito en actitud especialmente beligerante). 

El punto a favor de esta iniciativa es que, además de ser un arma de viralidad, busca fomentar la adopción de los cachorros en protectoras. Además, de vez en cuando, será que los actores están con la guardia baja, consiguen interacciones tan divertidas como esta entre Margot Robbie y Gosling, en la que la australiana se burla de su compañero por sus años de juventud dando vida a Hércules. 

"Espero que la gente vea esta entrevista y vuelva a El joven Hércules, o al menos lo googlee", decía Robbie, pero Ryan afirmaba: "Yo espero lo opuesto". "Googlead: 'Ryan Gosling joven Hércules' y ved lo que sale, porque es maravilloso", bromeaba la australiana.

Los 'Celebrities Real Mean Tweets' de Jimmy Kimmel

Los actores y actrices del momento leyendo tuits crueles sobre ellos. A ti puede parecerte muy divertido, pero no debe ser plato de buen gusto para ellos, por mucho que la gran mayoría se lo tome con sentido del humor. Este espacio del programa de Jimmy Kimmel es uno de los más reconocidos de su Late Night y uno de los que más se comparte en redes. ¿Es cruel? Sí. ¿Funciona? También. 

Si bien algunas frases pueden resultar cómicas e inofensivas, otras son insultantes y de muy mal gusto, por lo que el programa no parece poner mucho filtro a la opinión (a menudo sexista) de los usuarios. Entre las lindezas que las estrellas han tenido que leer en alto sobre sí mismas, está "Seguro que Anne Hathaway tiene una vagina rara", "¿Gal Gadot? Me pregunto por qué esa mujer no tiene tetas" o "Seguro que Jennifer Lawrence hace pajas sin entusiasmo". 

James Corden y sus comidas vomitivas

"¿Cuál es la película que menos te gusta de Hugh Grant?". Parece una pregunta inocente, a menos que seas Chris Pine y tengas a Grant, tu compañero en Dragones y mazmorras, frente a ti. Pero si evitas responder, te toca comerte unos testículos de vaca. En esta tesitura acostumbraba a poner Spill Your Guts or Fill Your Guts, espacio en el programa de James Corden, a sus invitados. 

Si a esa situación incómoda le sumamos que Pine y Grant no son dos estrellas que disfruten particularmente de la experiencia promocional, no es de extrañar que el británico asegurara a Corden: "Me arrepiento de venir a tu programa". ¿Qué eligió Pine? Lo tienes en el minuto 4:20 del siguiente vídeo. 

Las locuras de Ellen DeGeneres

Vale, sí, cualquier presentador de Talk Show o Late Night norteamericano tiene en su mano una serie de juegos con los que divertirse a costa de sus estrellas. Pero pocos tienen un arsenal como el de Ellen DeGeneres. Si uno iba a su programa, la única certeza que tenía era que alguna broma iba a caer. En el mejor de los casos, alguien saldría de algún lugar cercano e inesperado para asustarle; en el peor, la presentadora llamaría a unos 'strippers'. 

Entre medias, era posible que tuvieras que disfrazarte, vivir cámaras ocultas, elegir a tu pareja ideal entre un sinfín de famosos, jugar a Yo nunca, bailar todo tipo de danzas o someterte a preguntas rápidas de lo más incómodas. Dakota Johnson supo poner límites; el resto, no tanto. 

¿Quién insulta mejor?

¿Quién dijo sutil? A los británicos los podemos acusar de muchas cosas, pero no de suavizar desgracias. Si hay que torturar estrellas a cambio de visitas, se hace de forma frontal y sin miramientos. Eso debieron de pensar los responsables de BBC Radio 1 a los que se les ocurrió la brillante idea de desarrollar Playground Insults. 

Por si el título del espacio no deja claro a qué van los actores invitados, te lo explicamos: dos intérpretes en plena promoción de una película se sientan frente a frente para insultarse. Sí, para insultarse el uno al otro mientras contienen la risa. Suerte que lo que pasa en ese estudio de grabación se queda en ese estudio de grabación... Por aquí han pasado Jennifer Lawrence y Chris Pratt, Ryan Reynolds y Josh Brolin, y Scarlett Johansson y Chris Hemsworth.

Estos dos últimos se se sometieron a esta paranoia con motivo del estreno de Vengadores: Endgame (no le busques el sentido). "Chris, eres feo", arrancaba la norteamericana, a lo que el australiano respondía: "Dicen que la belleza está en el interior, y tu interior es horrible". "Eres un anuncio andante de Ann Taylor", contraatacaba ella, "¿Sabes cómo escribir tu nombre? Porque nadie lo hace", decía él. Y se siguieron superando.

'Billy on the Street'

Billy On The Street o el arte de arrastrar a famosos por las calles de Nueva York mientras atosigas a gente con preguntas sobre ellos. El cómico Billy Eichner es todo lo avasallador y políticamente incorrecto que te puedas imaginar, y por eso funciona. 

Hay invitados como Paul Rudd que entran el juego y lo dan todo (en el caso del actor de Ant-Man, hasta coge en brazos a un transeúnte); y otros como Chris Evans que tratan de no perder la sonrisa (aunque la incomodidad traspase la pantalla) mientras Billy hace bromas sobre Martin Scorsese y Kevin Spacey. 

Luego hay unos pocos como Emma Stone, quien mantienen el tipo aunque la confundan con Emma Watson o se quejen de La La Land mientras el presentador le insiste en que se haga Instagram. Ganar un Oscar y tener que seguir haciendo esto...

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