El pasado 11 de agosto llegó a los cines la película El hombre del saco, dirigida por Ángel Gómez Hernández (Voces, 2020) y protagonizada por Javier Botet. La nueva producción de terror en España está basada en el monstruo del folclore internacional del mismo nombre, aunque en otros países se le conoce como 'El coco' (El visitante, miniserie de 2020 de HBO Max, adapta una novela de Stephen King sobre él), 'The Boogeyman' en los países anglosajones, el 'uomo nero' en Italia, 'croquemitaine' en Francia o 'el hombre de negro' en las zonas germanoparlantes.
A pesar de tomar estos elementos folclóricos y sobrenaturales, la cinta, que cuenta también con la participación de la scream queen Macarena Gómez, también lleva a la ficción una historia real que ocurrió en España, concretamente en la provincia de Almería, y que involucró no solo a un hombre, sino a varios. Sucedió en el mismo pueblo donde en la película se muda el personaje de la cordobesa con sus hijos.
'El hombre del saco' tiene nombre
Para conocer la historia real hay que remontarse más de un siglo atrás, a 1910, al municipio almeriense de Gádor. El protagonista de todo este macabro embrollo es Francisco Leona, que tenía una barbería en el pueblo, pero que además de su negocio también era curandero. A él acudió Francisco Ortega Rodríguez, apodado 'el Moruno', un agricultor que fue diagnosticado con tuberculosis, algo que no quiso aceptar.
El campesino, tras pedir ayuda a varios chamanes que no consiguieron eliminarle la enfermedad, se decidió a ir a ver a Leona. Este le aseguró que lo mejor para curarse sería un remedio extremo y drástico: beber la sangre caliente de un niño y restregarse su grasa por el cuerpo. A pesar de lo descabellado y macabro de la receta, 'el Moruno' aceptó, desesperado por retrasar su encuentro con la muerte.
Leona, que era un hombre de negocios, cobró a Ortega por el ritual la cuantía de 3.000 reales, lo que equivale a unos 4,51 euros en la actualidad. Pero el agricultor no acudió solo a la 'consulta' de Leona, sino que fue acompañado por Julio Hernández, 'el Tonto' del pueblo, que solía jugar con pájaros... pero a arrancarles la cabeza de un solo mordisco. Convencidos de que este rito curaría a 'el Moruno', se adentraron en un bosque en el río Andaraz, que discurre por Gádor, en busca de un niño.
El desafortunado fue Bernardo González, de solo 7 años, al que metieron en un saco y le secuestraron para realizar el ritual, en el que también estuvo presente Agustina, la madre de Julio y a la que se conocía como 'la Bruja'. Tras realizar la cruenta ceremonia, volvieron a meter el cadáver del infante en el saco y lo llevaron a enterrar a Las Pocicas, a 4 kilómetros de Gádor. Pero la Guardia Civil los capturó poco después.
Aparentemente, el motivo fue que 'el Tonto', tras no recibir el dinero que había acordado con Leona por realizar el secuestro, acudió a la Benemérita para declarar que había visto el cadáver mientras perseguía pollos. Todos fueron condenados a muerte: 'el Moruno', Leona, que murió en la cárcel, Agustina y Hernández, aunque este se libró al decretarse que padecía demencia.
'El hombre del saco'
"Tras la muerte de su padre, tres hermanos se mudan con su madre a un pequeño pueblo. Pronto descubren que en los últimos meses allí se han producido misteriosas desapariciones de varios niños y se embarcarán en una aventura a contrarreloj para descubrir la verdad que se esconde tras la terrorífica leyenda del que se conoce como El Hombre del Saco" reza la sinopsis oficial de la película de Javier Botet, que ya se puede disfrutar en cines.
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